Córdoba redujo 30% la tasa de mortalidad infantil

La tasa de mortalidad infantil continuó su tendencia descendente en 2015. De 58.254 nacidos vivos, se registraron 483 muertes de niños menores de un año, lo cual resulta en una tasa de 8,3 cada mil nacidos vivos.

De esta manera, se alcanzó, e incluso se superó, el propósito de desarrollo humano fijado en el año 2000 por Naciones Unidas, de lograr un descenso de la mortalidad infantil hasta llegar a 8,5.

«Esto es la síntesis de muchos esfuerzos, de un proceso largo, de articulación y trabajo, en el que mucho tuvo que ver el esfuerzo de las maternidades, el compromiso de los profesionales, la articulación y la capacitación permanente y, por supuesto, la inversión en equipamiento y en recurso humano», expresó el ministro de Salud, Francisco Fortuna.

La tasa de mortalidad infantil (TMI) es un indicador demográfico que señala el número de defunciones de niños menores de un año, por cada mil recién nacidos vivos, en un tiempo y población determinada. A su vez, la tasa comprende dos componentes: la tasa de mortalidad neonatal (menos de 28 días de vida) y la tasa de mortalidad pos-neonatal (desde esa edad hasta el año de vida).

En el detalle de estos dos componentes, también se alcanzó el ODM: la mortalidad posneonatal fue de 2,3 (el objetivo era bajar hasta 2,5); en  tanto, la mortalidad neonatal fue de 5,9 (con un objetivo de 6). En este último caso, el ODM se había alcanzado en 2014, cuando la tasa también había sido 5,9.

La disminución de la mortalidad infantil se ha sostenido a partir de la implementación del Plan Estratégico de Reducción de la Mortalidad Infantil 2009-2015, impulsado por la Dirección de Maternidad e Infancia.

Así, la TMI de los últimos años ha sido: 11,9 en 2008; 10,7 en 2009; 10,9 en 2010; 10,7 en 2011; 9,6 en 2012; 9,4 en 2013; 8,8 en 2014 y 8,3 en 2015.

El descenso acumulado en la tasa de mortalidad infantil es del 30 por ciento; y si se toman los números absolutos, la baja fue del 43 por ciento (691 en 2008 a 483 en 2015).

Estos resultados se vinculan con la incorporación de nuevas unidades críticas pediátricas y neonatales entre 2013 y 2015 (en Capital, pasaron de 103 a 206, lo cual significa un incremento del 100 por ciento), la implementación de planes de contingencia invernal, la inversión en equipamiento y contratación de recursos humanos, la capacitación permanente del equipo de salud para la atención perinatal y la continuidad de la iniciativa de Maternidades Seguras Centradas en la Familia (MSCF), que se ha convertido en un programa provincial.

En lo que refiere a formación, la secretaria de Prevención y Promoción, Marcela Miravet, destacó las capacitaciones en Resucitación Cardio-Pulmonar (RCP) neonatal, y los convenios con la Sociedad Argentina de Pediatría y el Consejo de Médicos, para facilitar la formación de más neonatólogos.

En Capital e interior

En el análisis detallado de las tasas de mortalidad infantil, se observa que, si se clasifican en base al lugar de residencia, el 41 (197) por ciento corresponde a Capital y el 59 por ciento (286) al interior. En números absolutos, con respecto al año anterior, hubo 16 casos menos de muerte en Capital (213 en 2014) y 21 casos menos en el interior (307 en 2014).

Con respecto a los lugares de ocurrencia de las muertes infantiles, el 53 por ciento (254) sucedieron en instituciones públicas, el 39 por ciento (188) en instituciones privadas, otro 7 por ciento (36) fue en viviendas y el restante uno por ciento (5) en otros lugares (por ejemplo, en la vía pública). El mayor número de muertes en el sector público se explica dado que es donde existe la mayor oferta de unidades de cuidado neonatal y pediátrico de alta complejidad.

Las principales causas

El 72 por ciento de las muertes ocurrieron en el primer mes de vida y el 62 por ciento ocurrieron en prematuros (menos de 37 semanas de gestación). «Este perfil de las muertes concentradas en el primer mes de vida y en prematuros se condice con lo que sucede en los países centrales, a diferencia de los países en desarrollo, donde se suelen ver más muertes por causas evitables como la diarrea», evaluó Miravet.

Entre los motivos principales de mortalidad infantil -tanto en el sector público como en el sector privado- se registran las causas perinatales, las malformaciones congénitas cardíacas y las malformaciones congénitas en general. Sin embargo, se observan algunas diferencias en los porcentajes: en el sector público las muertes perinatales representan el 62 por ciento; mientras que en el sector privado son el 66 por ciento.

Asimismo, en números absolutos, por estas tres causas principales, en el sector público hubo 69 muertes menos, mientras que en las instituciones privadas hubo 11 muertes más.

En el análisis más detallado de la serie de las principales causas de muerte neonatal y posneonatalentre 2008 y 2015, se manifiesta un descenso sostenido en las cinco primeras, en especial las relacionadas con la prematurez y sus complicaciones. Así, las muertes por sepsis del recién nacido disminuyeron de 49 a 39(38 por ciento), las explicables por prematurez y bajo peso al nacer bajaron de 62 a 36, (42 por ciento) y las debidas a dificultad respiratoria del recién nacido descendieron de 105 a 69 (34 por ciento).

Tampoco se encuentran en el grupo de las 10 primeras causas de muerte infantil las relacionadas a infecciones respiratorias agudas bajas (IRAB), lo cual se vincula a la implementación de los planes de contingencia invernales desde el año 2002.

Cabe destacar, además, que en 2015 se registraron menos muertes en los grupos de niños con menos de mil gramos al nacer (nueve casos menos), entre 1.500 y 2.999 gramos (39 menos) y más de 4.000 gramos (ocho menos).

Continuidad de las acciones

La propuesta para seguir trabajando durante el 2016 es continuar fortaleciendo las acciones incluidas en el Plan de Reducción de la Mortalidad, en especial las relacionadas a la disminución de la prematurez y el muy bajo peso al nacer, conjuntamente con el fortalecimiento de los servicios perinatales y neonatales de alta complejidad que los asisten.

Asimismo, se apuesta a reforzar el diagnóstico prenatal de Malformaciones Congénitas Cardíacas y su tratamiento oportuno. En ese sentido, se destaca la creación del Programa Provincial de Cardiopatías Pediátricas y Neonatales como red de atención integral de estas patologías en la provincia.

Respecto a las malformaciones congénitas, otra de las causas principales de mortalidad infantil en nuestra provincia, se está trabajando con el grupo de especialistas en genética médica que se desempeñan en cuatro de los centros de mayor complejidad de la ciudad de Córdoba. Los ejes de esta labor conjunta son, primordialmente, la promoción de hábitos y conductas que –según evidencia- disminuyen su ocurrencia, el diagnóstico tempano y oportuno en el período prenatal, para que la mujer embarazada sea atendida en el nivel de complejidad acorde a la patología, y, una vez ocurrido el nacimiento, dar la mejor respuesta de manera oportuna.

Se seguirá trabajando en la prevención y control de infecciones en el recién nacido y de la muerte súbita del lactante. También se continuará con la vigilancia activa y el Análisis de Causa Raíz de muertes infantiles, el cumplimiento de las Condiciones Obstétricas y Neonatales (CONE) en los servicios de atención perinata,l y la categorización de UTIs Pediátricas y Neonatales públicas y privadas.

Por otra parte, a partir del 17 de mayo, se hará el lanzamiento formal delPlan de atención integral de las Infecciones Respiratorias Agudas Baja, que incluye el refuerzo de los equipos de salud -tanto con recursos humanos como con equipamiento- para afrontar el aumento de la demanda que ocurre durante el invierno. Desde Maternidad e Infancia se viene trabajando desde algunas semanas en el plan, y ya está constituida la Sala de Situación para esta contingencia, que comenzó sus reuniones esta semana. El Plan también incluye la vacunación a grupos de riesgo, protección contra Virus Sincitial Respiratorio –VSR- a prematuros y cardiópatas, acciones de promoción, entre otras..

«Cada vez que logramos bajar los indicadores surgen nuevos desafíos; lo importante es continuar trabajando y reforzando las acciones, sobre todo en lo que se refiere a prevención, trabajando con los médicos de familia en atención primaria de la salud y en la coordinación con los efectores municipales», cerró Fortuna.