Cómo evitar problemas en los ojos en épocas de piletas y balnearios

La llegada del verano y las altas temperaturas predisponen la visita a diferentes piletas y natatorios para afrontar el calor e iniciar actividades de esparcimiento en los más chicos. Sin embargo, con las vacaciones no sólo llega la diversión: algunas afecciones aprovechan para colarse a través del agua y causar problemas, de diferentes grados de complejidad, en los ojos. Para evitarlos, algunos consejos útiles que fortalecen la prevención.

Daniel Pizzi, Secretario de Salud de la Provincia, explicó que la principal medida preventiva es ser conscientes y controlar los natatorios a los que los chicos asisten. En ese sentido, resulta pertinente que no sean piletas que tengan excesiva cantidad de cloro debido a que causa irritación en la mucosa y baja las defensas en la zona. Al respecto, el profesional aclara que esta cuestión puede identificarse a partir del olfato: cuando el olor a cloro es demasiado fuerte no se recomienda su ingreso.

A su vez, el uso de antiparras también es muy recomendado en la medida en que filtra el contacto directo del ojo con el agua. No obstante, en caso de no usarse este accesorio lo sugerido es no abrirlos debajo del agua ya que eso potencia los efectos dañinos sobre este parte del cuerpo.

Antiparras

No automedicarse.Tanto si hay irritación, como si se ponen rojos o si los párpados se pegan, lo correcto es consultar con un especialista para indagar la causa de dicho síntoma; si bien puede ser una consecuencia del contacto con el agua, también es posible que sea producto de algún tipo de alergia. De este modo, el uso de gotas o algún otro medicamento sin receta, es contraproducente.

Gotas

No mirar al sol es otra de los puntos a tener en cuenta este verano. Daniel Pizzi explica que, al mirar directamente al sol, la córnea, al funcionar como lupa, hace que el efecto del sol sea aún más fuerte generando daños en la retina. Por lo tanto, aún con lentes, no se lo debe mirar fijamente.

Mirar al sol

El uso de protector también debe considerarse especialmente. No por el hecho de que el producto sea perjudicial en sí, sino porque muchas veces entra en contacto con el ojo volviéndose dañino.

Protector

En cuanto a bañarse en aguas naturales como ríos o lagos, la recomendación pasa por hacerlo preferentemente en aguas cristalinas, evitando el contacto con caudales contaminados.

Las principales afecciones

La conjuntivitis es la más frecuente y, a la vez, la de menor peligrosidad dentro del pelotón de las enfermedades vinculadas a los ojos en su relación con el agua. Se trata de la inflamación de la conjuntiva, el tejido fino y transparente que cubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo. Suele generar que los ojos adquieran un color rosado o rojizo a causa de que la inflamación hace más visible los vasos sanguíneos.

En un nivel mayor de complejidad se encuentra la inflamación de los párpados o blefaritis. En este caso, los síntomas son párpados rojos o irritados, escamas que se pegan en la base de las pestañas, ardor, picazón e hinchazón de los párpados.

Finalmente, la más compleja de las afecciones es la queratitis, donde quien sufre la inflamación es la córnea, es decir, el tejido en forma de cúpula en la parte frontal del ojo que cubre la pupila y el iris. Los principales síntomas son el enrojecimiento del ojo sumado a dolor, exceso de lágrimas, visión borrosa y sensación de picazón.