A 40 años, Memoria y Democracia

A 40 años del inicio de la noche más oscura de la historia de la Patria, debemos recordar lo que fue la dictadura genocida para nuestra Córdoba y nuestra Argentina, lo que fue el terrorismo de Estado y los crímenes de lesa humanidad cometidos por aquellos que se sentían dueños de la vida y la muerte en nuestro país.

Los pueblos tienen que tener memoria, tenemos que enseñarle a ésta y a las próximas generaciones, lo que significa el terrorismo de Estado. No hay nada que justifique el terrorismo de Estado.

La existencia del Estado es lo que nos distingue como especie, es lo que nos hace capaces de organizarnos y avanzar en la civilización.

Cuando el Estado actúa como terrorista, nos vuelve a la época de las cavernas. El Estado está para proteger a la sociedad. El Estado surgió para mediar entre los conflictos que naturalmente tiene una sociedad e impartir la justicia que satisfaga a todos y no que haya justicia por propias manos. El Estado es símbolo de civilización, el terrorismo de Estado es símbolo de barbarie, es símbolo de la vuelta a la prehistoria de la humanidad, como lo fueron las hordas nazis en Alemania y Europa y como lo fue la dictadura genocida en Argentina.

 

Y lo más grave, el peligro mayor, es que tanto aquí como en la Alemania nazi, no solo cometieron esta barbarie cuatro o cinco enajenados, lo más grave es que también gente común y corriente en un momento histórico especial, participó y avaló este accionar.

 

Para evitar eso y su repetición, debe recordarse permanentemente, para que nunca más suceda esto en la Patria. Por eso debe enseñarse en las escuelas, por eso debe conmemorarse y por eso debe repudiarse siempre la que fue la dictadura genocida para nuestra Argentina.

 

Por eso debe remarcarse también que la teoría de los dos demonios es una teoría falsa, que solo sirve para que los genocidas puedan comprar impunidad y justifiquen sus crímenes de lesa humanidad.

 

Porque siempre se defiende el funcionamiento de una sociedad aplicando la Constitución, la ley y la democracia, y no hay nada que justifique actuar de otra manera.

Por eso hoy, Memoria y democracia, memoria para recordar siempre aquello que forma parte de la tragedia de la historia de la Patria, memoria para  decirle NO al terrorismo de Estado y a lo crímenes de lesa humanidad. Y democracia para lograr la convivencia, con tolerancia, con pluralismo, con respeto a la diversidad de ideas que nos enriquecen como sociedad y nos hacen progresar.