Hacia la integración sub-nacional

El 24 y 25 de abril se desarrolló en la ciudad de Córdoba el “Encuentro rumbo al XV Asamblea Plenaria de la MacroRegión ATACALAR”. Éste es un organismo de integración sub-nacional que nuclea a la Región Chilena de Atacama y a las provincias argentinas de La Rioja, Córdoba, Santiago del Estero, Catamarca, Tucumán y Santa Fe.

Dada la magnitud del evento y la altísima importancia que representa para la internacionalización de nuestra provincia, me voy a permitir algunas reflexiones que quiero compartir.

Asistimos a un mundo económico globalizado, donde los flujos de comercio e inversión operan incesantemente las 24 horas, los 365 días del año y la existencia de vínculos económicos transnacionales desarrollados por grandes corporaciones han erosionado los límites de las economías nacionales, dando lugar a una nueva geografía económica mundial, en la cual los aspectos locales son un factor de alta relevancia estratégica.

Las regiones y provincias se erigen hoy como actores claves para la transformación económica de nuestros territorios nacionales, constituyéndose en la escala óptima para organizar complejos productivos altamente eficientes e innovadores.

En este contexto, los gobiernos locales deben ofrecer un entorno propicio de prácticas e instituciones para el desarrollo económico y social. Deben superar el papel tradicional del Estado como suministrador de servicios, e incluir la creación de entornos innovadores territoriales, con el fin de contribuir al desarrollo de empresas y de actividades productivas dinámicas, que generen efectos de derrame positivos en la creación de empleos y la inclusión social.

No obstante, sabemos muy bien que esta coyuntura favorable a las provincias o regiones sub-nacionales solo es aprovechable mediante la actuación conjunta. Por ello la integración sub-nacional transfronteriza representa una oportunidad para la generación de esas actividades productivas dinámicas, es decir para forjar economías de escala y constituir una estructura productiva común que permitan a las economías locales participar de cadenas regionales de valor y ser altamente competitivas en los mercados mundiales.

Sólo a través de la integración nuestras regiones pueden dejar de lado la vieja distribución internacional del trabajo, en que los países en desarrollo se especializaban en la producción de materias primas y mudar nuestra producción hacia segmentos de mayor valor agregado con alto contenido tecnológico y una mejor inserción comercial externa.

La MacroRegión de ATACALAR es sin dudas un espacio de alto potencial para el desarrollo de nuestros pueblos. La riqueza de recursos naturales, los accesos bioceánicos, los avances en la infraestructura y el capital humano, son  algunos de los factores a tener en cuenta para generar importantes encadenamientos productivos y una integración genuina que otorgue competitividad a nuestros productos.

En orden de lograr estos objetivos, ATACALAR posee indicadores más que alentadores: un producto bruto geográfico de 33 mil millones de dólares, una población de más de ocho  millones de habitantes y una superficie de 591.654 kilómetros cuadrados.  Sumado a esto es importante destacar los lazos fraternales y culturales que nos han unido a lo largo de nuestra historia, haciendo de los límites y las barreras nacionales solo accidentes geográficos soslayables.

El encuentro del 24 y 25 de abril pasado fue otro escalón para consolidar la MacroRegión y coordinar junto a los gobiernos participantes, el sector empresarial y las organizaciones de la sociedad civil, las líneas de acción necesarias para avanzar en la integración regional y hacer de este espacio transnacional un ejemplo para el desarrollo económico y social de nuestro continente.