Un año más para celebrar el estudio en contextos de encierro

Esta mañana, en el salón de Actos de la Escuela del Módulo 2 de condenados del Establecimiento carcelario Bouwer se habló de Hamlet, Durheim y la cuestión social.

El encuentro se transformó en una clase de filosofía o de literatura, el profesor se iba trepando de autor en autor unido por el hilo del entusiasmo del saber y del conocimiento. Las preguntas filosóficas se sucedían de una manera llana y atrapante para el auditorio.

El encargado de transportar a los asistentes al siglo XVII de la mano de Hamlet fue el ex rector de la Universidad Nacional de General Sarmiento, Eduardo Rinesi, sociólogo y filósofo. Leyó algunos pasajes de la obra maestra de Shakespeare; se permitió explicar y darles protagonismo a cada uno de los personajes del libro. El público acompañaba entusiasmado y atento. El aplauso fue unánime cuando terminó.

El decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Córdoba, Juan Pablo Abrate, destacó el espacio y valoró el “diálogo de saberes” que se produce entre internos y profesores. Resaltó la importancia del programa y valoró la instancia de aprendizaje de grado que se produce en el penal. También dijo que es importante ampliar la oferta educativa y sumar más facultades.

Para José, uno de los estudiantes que habló en nombre de los y las compañeras, dijo que “el mejor modo de demostrar la importancia del programa es ver los resultados y estos están a la vista; las calificaciones son una evidencia de que la oportunidad que nos dieron no fue en vano”.

“No nos ven como bichos raros”, dijo una interna, quien resaltó la variedad de alternativas para estudiar y capacitarse que se ofrecen en la cárcel.

Al finalizar el acto, un grupo de músicos alojados en Bouwer -y que presentaron su primer disco “Nueva Armonía” hace unos días- compartieron algunos temas con el público, entre ellos ‘Oración del remanso’, de Jorge Fandermole, y ‘Cómo la cigarra’, de María Elena Walsh.