«La música nos hace sentir libres»

El ciclo de Conciertos de Verano en los establecimientos carcelarios, organizado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, va llegando a su etapa final. Desde que comenzó en diciembre pasado, por los escenarios ya pasaron artistas invitados, docentes que brindan talleres en el Servicio Penitenciario y bandas conformadas por los propios internos. Siempre con el objetivo de garantizar el derecho a la recreación, pero también de abrir espacios de expresión a través de la música.

Este lunes, Rafael “Negro” Meana, docente de música en el Módulo MX1 de Bouwer y del Centro de Adicciones, se sacó por un rato el traje de profesor y subió a cantar junto a Nicolás Moreno, con quien integra el dúo ‘Extraños Moradores’. Con un set acústico pero con estética rock, la banda repasó sus temas mientras proyectaban escenas de diferentes películas y documentales que acompañaron, en el montaje visual, el clima y el ritmo de lo que sucedía musicalmente. El resultado: un viaje sensorial que involucró varios sentidos y que se vivió con mucha intensidad en el salón. “Son un público muy especial, nos hacen sentir muy cómodos”, dijo Rafael, cuando desde la platea improvisada con sillas llegó un aplauso efusivo.

Después de Extraños Moradores fue el turno de los internos. Primero, un coro integrado por hombres que asisten al Centro de Adicciones subió a cantar una canción de Ulises Bueno. “No somos cantores, así que si aullamos muy feo pueden taparse los oídos”, se excusó uno, apenas subieron. Luego dijo: “Espero que entiendan que hacemos esto por que nos hace sentir bien”.  

“Es que la música hace bien”, explicó Rafael. La tonada correntina lo delata al hablar. Hace tres años es docente, enseña canto, guitarra, bombo y algo de teoría musical. “Me siento un privilegiado; estar acá es una experiencia sin duda muy diferente a cualquier otra. Me siento muy cómodo y los muchachos también, ellos son muy agradecidos”, cuenta.

El cierre estuvo a cargo Fabián y Leonardo, dos internos que son músicos profesionales, virtuosos cantores e instrumentistas. Hicieron un repertorio de cinco temas folclóricos.

“Hacemos esto que nos gusta y nos hace sentir libres. Nos hace acordar de cosas que vivimos más allá de los muros”, explicó Fabián. Los dos cuentan con experiencia en conciertos y hasta pasaron por estudios de grabación. Ahora Rafael, desde el espacio del taller, los está ayudando a grabar.

Mañana es el último concierto del ciclo, que comenzó en diciembre y fue rotando por las distintas cárceles de Córdoba.