“No hay mejor voz que la nuestra para contar lo que nos pasa. Por eso celebramos que podamos estar acá”, dijo Renata, de 16 años, llegada desde Villa María para participar de la cuarta y última reunión anual del Consejo Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia, que se realizó este martes en el auditorio del Complejo Pablo Pizzurno.
Renata es una de las integrantes del flamante Consejo Provincial Adolescente, un espacio de representación creado recientemente. Sus integrantes, una docena de chicos y chicas de diferentes sectores de la provincia, pudieron exponer sus conclusiones ante el resto de las comisiones del Consejo y las autoridades de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SeNAF).
“Esta experiencia fue única. Pudimos compartir con jóvenes que viven realidades muy diferentes, conocer que los preocupa, que los afecta. Y a la vez sentimos que nos escuchan, nos entienden y están dispuestos a ayudarnos”, agregó Renata.
Facundo, representante de la Escuela Paulo Freire, enumeró las preocupaciones sobre las que pudieron trabajar desde mediados de año, cuando se creó el Consejo Provincial de Adolescentes. “En algunos sectores, las violencias de todo tipo, pero sobre todo la institucional, el abuso de autoridades en las instituciones en las que participamos los jóvenes, las detenciones arbitrarias y la educación sexual integral, pero en diálogo con los adultos”, señaló.
Balances
Un rato antes, el secretario de SeNAF, José Piñero, había abierto la sesión con un breve balance, no solo del año, si no de la gestión que culmina en diciembre. “Nosotros quisimos cambiar la lógica de este consejo. Queríamos que fuera un espacio para venir y proponer cosas y hacerlas posible, y así funciona ahora. De estos debates han surgido programas muy necesarios”, dijo. “Pero como SeNAF, también tenemos que rendir cuentas y este es el espacio para hacerlo», agregó, antes de enumerar los ejes sobre los que se apoyó su gestión.
Por un lado, explicó “el trabajo territorial como estrategia para prevenir”, con la creación de programas como Casas Abiertas; Menos calles mas derecho, Acompañamiento de Mujeres en Cárceles; o la apertura de más Unidades de Desarrollo Regional (UDER), o las políticas de medidas no privativas de la libertad, entre otras. “Apuntar a la prevención ayuda a que luego tengamos que pagar menos incendios”, dijo Piñero. En la línea de protección de derechos, por mencionar algunos, destacó la creación del Registro Único Nominal de Niñez y Adolescencia (RUNNA), las casas de Pre Egreso y de autonomía personal; los programas de revinculación, entre otros. Piñero también mencionó el trabajo para la aprobación de las leyes de Abogado del Niño y la modificación de la ley de medidas privativas de la libertad, para poner plazo a los juzgados.
El otro eje, más invisible, fue organizar la SeNAF. “El ejemplo más palpable fue el cambio de lógica en el Complejo Esperanza, buscamos humanizarlo, implementamos un modelo socioeducativo que hoy UNICEF ha proyectado a otros países como ejemplo”, dijo. También mencionó la unificación de la Secretaría para lograr así un mismo criterio en la política de trabajo.
Entre las políticas destacas está la creación de nuevos espacios, como el Consejo Provincial de Adolescentes que en octubre tuvo su debut.