Homenaje a testigos de los juicios contra el terrorismo de Estado

No fue un acto más, en sentido protocolar de la palabra. Fue un momento de encuentro atravesado por emociones infinitas el que el viernes por la tarde se dio en el Parque de las Tejas. Bajo la sombra de un gran árbol, volvieron a verse las caras los y las testigos de lo juicios contra el terrorismo de Estado, algunas de las personas que con su testimonio hicieron posible uno de los momentos más importantes de la historia reciente.

La excusa fue un homenaje organizado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Córdoba y el Archivo Provincial de la Memoria, en el marco de la Semana de la Memoria. Los testigos junto a autoridades gubernamentales y de la Justicia Federal descubrieron un mural alusivo realizado por la artista plástica Florencia Troisi.

“Siempre digo que los testigos fueron nuestro puente de plata. Ellos nos ayudaron a cruzar la impunidad y llegar a la justicia. Nos mostraron el horror y le pusieron voz a los que ya no están”, dijo la fiscal federal Graciela López de Filoñuk, al recordar las primeras causas instruidas a fines de los noventa, cuando aún estaban vigentes las llamadas leyes de impunidad. El del juicio La Perla, Facundo Trotta y Mario Olmedo, secretario Penal de la Cámara de Apelaciones de Córdoba, también estuvieron en el lugar.

En Córdoba, se realizaron 12 juicios desde el 2008. Uno de ellos fue el juicio “La Perla”, que se extendió durante casi cuatro años. Los testimonios de las personas que ayer estuvieron en el Parque de las Tejas, y de muchas otras que no pudieron llegar, fueron decisivos para condenar a los responsables. Una de ellas fue Liliana Callizo, quien permaneció secuestrada dos años en La Perla. “Agradezco al Ministerio de Justicia por haber tomado esta iniciativa cargada de tanta sensibilidad. Participamos en los juicios motivados por un pacto de amor y dignidad que unió a todos los prisioneros: quien vive, tiene que denunciar, nos prometimos. Y esa es nuestra misión”, dijo Callizo y agregó: “Este momento es para ellos y ellas, mis compañeros y compañeros que no lograron llegar a esta cita: los siento como el mejor símbolo de la memoria, jóvenes como eran”.

Sara Waitman, querellante y ex presa política, recordó a Emilia Villares de D’Ambra, madre de dos hijos desparecidos, titular de Familiares de Desaparecidos de Córdoba, quien falleció en 2016: «Por suerte ella pudo llegar al juicio de su hijo. Pero nombrándola quiero reconocer a nuestras madres y abuelas, que fueron un motorcito, que mientras nosotros estábamos detenidos ellos estaban en la calle buscándonos».

Por los tribunales Federales de Córdoba pasaron más de 600 personas a declarar: investigadores, abogados, sindicalistas, vecinos y familiar. “Los testigos nos permitieron conocer los últimos momentos de vida de nuestros seres queridos. Agradezco a Florencia Troisi por haber puesto en imágenes algo tan complejo y oscuro, muchas veces, como es declar ”, agregó María Eleonora Cristina, directora del Archivo Provincial de la Memoria.

El mural está plasmado en una de las paredes del parque que da a la calle Chacabuco, a metros de la Plaza Cielo y Tierra. Ayer, mientras caía la tarde, y sonaban canciones en vivo interpretadas por el duo Fumel, los testigos se reunían en grupos para tomarse fotos con la obra.