Cuarenta años trabajando con el corazón

Desde 1978 a la fecha, más de 1.500 chicos y chicas pasaron por la residencia de atención diurna de Santa Rosa de Calamuchita, y que el 14 de noviembre pasado apagó su vela número cuarenta. A lo largo de estas décadas sus puertas se han encontrado abiertas para funcionar bajo un mismo objetivo: la promoción y protección integral de los derechos de la niñez y adolescencia, especialmente de los sectores más vulnerables o de escasos recursos.

La celebración se realizó en las instalaciones de la residencia y se convirtió en una festividad especial no solo para la Secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia (SeNAF) de la cual forma parte, sino para toda la red institucional local que ha contribuido a efectivizar sus acciones.

“La comunidad vive esta fiesta como algo propio”, expresó José Piñero, secretario de SeNAF, al destacar el trabajo organizado de las organizaciones locales con las que articula la residencia para prevenir la vulneración de derechos.

“A lo largo de estos años, la clave ha sido la escucha y la atención puesta en cada chico, lo que resulta fundamental para evitar situaciones de desarraigo o desamparo”, explicó Piñero. Actualmente, asisten 65 chicas y chicos que participan en actividades socio educativas y de contención social como apoyo escolar, educación física, talleres artísticos, huerta y música terapia entre otras.

El evento se convirtió en un momento propicio para compartir recuerdos de algunos de sus fundadores, como el de Beatriz Moreno, que al tomar la palabra, dijo: “Tengo miles de anécdotas, de momentos hermosos y momentos difíciles en la que cada uno de nosotros no hizo más que cumplir con nuestro deber que es trabajar con el corazón”.

La celebración finalizó con números artísticos y el canto de feliz cumpleaños que convocó a más de 300 asistentes a soplar 40 velas.

También presenció la jornada el subsecretario de SeNAF, Antonio Franco y demás autoridades de la Secretaría; el intendente de Santa Rosa de Calamuchita Claudio Chavero; el equipo de trabajo de la residencia, referentes institucionales locales y cientos de niños, niñas y adolescentes con sus familias.