Villa Tulumba, guardiana de un tesoro cultural histórico

En su visita a la histórica ciudad de Villa Tulumba, el gobernador Juan Schiaretti, previa a las fiestas patronales, anunció la puesta en valor del santuario diocesano Nuestra Señora del Rosario y del Centro de Interpretación de Villa Tulumba, que tiene relación directa con el emblemático Camino Real que caracteriza a la zona.

En su discurso, el mandatario destacó el valor de estas obras. «Tal como cuenta la historia, por el conocido Camino Real transitaron las tropas con destino al Alto Perú en busca de la independencia y, además, por esos senderos también posó sus pasos el primer gobernador constitucional de la provincia que fue designado Jefe Mayor del Ejercito del Norte: el Brigadier General Juan Bautista Bustos».

“Es importante mantener el Camino Real, porque es mantener nuestra historia, nuestra identidad, y los pueblos deben siempre mantener su historia, respetarla y valorarla para tener futuro. Yo me alegro de haber puesto en valor nuevamente esta querida iglesia, al igual que poner en valor el centro de interpretación del Camino Real”, declaró Schiaretti.

La añeja calle de la Villa, el empedrado céntrico del pueblo, que compone las seis cuadras coloniales llenas de memoria y leyendas, serán iluminadas por el Gobierno provincial, para que junto a sus instalaciones iluminarias ‘de época’, sigan siendo parte del atractivo turístico nocturno del lugar.

Revalorizar la cultura cordobesa, sus principales hitos ancestrales que marcan y marcaron la identidad propia de las tierras, no sólo traen orgullo y beneplácito a la provincia, sino que es también una oportunidad de colaborar con el aumento del turismo, que trae consigo una mejora notoria en los puestos laborales. La idea es posicionar a esta región de Córdoba como un nuevo punto de atracción y destino turístico.

Otras obras del Camino Real también serán puestas en valor: El Algarrobo Histórico de Sarmiento, la Posta de Santa Cruz, la Posta Las Piedritas, la Posta del Poso del Tigre, la Iglesia de San Francisco del Chañar y la de San Pedro Norte.

Nuestra Señora del Rosario

En esta antigua Villa, posada en el norte provincial yace uno de los escenarios históricos más importante para los cordobeses. Sus bucólicas calles intactas, guardan, desde hace siglos, viejas casonas coloniales, árboles añosos y un sinfín de recuerdos que continúan latentes en el presente.

Fundada en 1796, Villa Tulumba tiene los cimientos de una de las reliquias destacadas de la región: la Iglesia Nuestra Señora del Rosario. Este tabernáculo barroco fue edificado entre los años 1881 y 1892 y, en su interior, conserva tres valiosas imágenes tricentenarias de Nuestra Señora del Rosario, el Cristo Articulado y la Virgen Dolorosa.

Camino ‘histórico’ Real

El norte cordobés guarda en sus largos y extensos caminos infinidad de tesoros que se encuentran latentes en la memoria de los pueblerinos que allí habitan. El Camino Real es uno de los conservados tesoros tradicionales de la historia.

Según bibliografía, se dice que los primeros colonizadores comenzaron este sendero ‘marcando surcos’ de a cuerdo al desplazamiento de los pueblos originarios del lugar; años más tarde se conformó el trazado que conectada la sede del Virreinato del Alto Perú con el Océano Atlántico.  Para trasladarse, se utilizaban carretas o caballos, ya que eran viajes de largos días atravesando esta ruta de 3 mil kilómetros aproximadamente.

El Camino Real queda oficialmente establecido por pedido del Rey Carlos III en el siglo XVIII, que dispuso un sistema de correos que se trasladaban frecuentemente por esta vía de comunicación. Esta red de correos funcionada en base a diversas postas, que se instituyeron cada 30 kilómetros de distancia. En estos paradores de piedra, adobe y techo de paja, los peregrinos podrían descansar, alimentarse, realizar el recambio de animales y recuperar fuerzas antes de continuar el arduo camino.  La unión entre la ciudad de Córdoba y el límite con Santiago del Estero, contaba con la presencia de 10 postas.

Con el pasar de los años, la zona se fue urbanizando con la llegada del ferrocarril que se convirtió en el medio de transporte más rápido y seguro del momento.

Poco a poco pobladores comenzaron a asentarse en el lugar dejando en un vago recuerdo aquel monte espacioso y misterioso, que trajo consigo perdurables relatos que narran uno de los procesos históricos más importantes y destacados: la Independencia Argentina.