Durante la jornada de hoy se desarrolló el Precongreso del II Congreso Internacional sobre Violencia hacia la Mujer y III Congreso Internacional sobre Delitos contra la Integridad Sexual, con las conferencias de Alda Facio y Patricia Paggi y la participación de más de 400 asistentes.
La presidenta del Consejo Provincial de la Mujer, Graciela Ruiz, destacó la necesidad de trabajar articuladamente desde los diferentes poderes del Estado y con la sociedad civil para una vida libre de violencias para las mujeres.
¿Podemos lograr que no haya violencia? se preguntó Patricia Paggi en la primera de sus conferencias. “Hoy tenemos el lugar para que el tema sea visible: las mujeres definimos el derecho a tener derecho, sobre el cuerpo, a tener participación política, y a una vida libre de violencias”.
Al referirse a la actuación de los y las funcionarios, efectores y agentes de la salud y de otras áreas como la educación, la seguridad y la justicia, enfatizó fuertemente en la necesidad de hacer abordajes integrales y articular interinstitucionalmente, evitando la revictimización. “El déficit de la institución debe recaer no sobre la persona a la que debemos proteger sino quien es responsable de esa institución”, dijo Paggi.
“Todas podemos haber necesitado o necesitar ser asistidas en una situación de violencia. Por eso hablamos de epidemia de violencia contra las mujeres: no es un slogan”, destacó la médica.
Por su parte, la jurista Alda Facio analizó la historia de las luchas y reivindicaciones históricas que se sucedieron hasta lograr, recién en 1993 se reconoció a los derechos de las mujeres como derechos humanos. “La violencia hacia las mujeres es estructural, lo que no significa que no deban existir políticas específicas”, dijo Facio al destacar que la violencia contra las mujeres es una cuestión de derechos humanos y que, como tal, genera responsabilidades para los Estados.
Asimismo, la jurista se refirió a las múltiples formas de violencia contra las mujeres, analizando pormenorizadamente la violencia en los medios de comunicación y la tendencia a la cosificación de las mujeres.
Las conferencias fueron seguidas a través de la transmisión por internet por cientos de internautas que, al mismo tiempo, enviaron mensajes y consultas privadas en las redes sociales.