Patricia Perissinotti, la ceramista que participó de las 40 ediciones de la Feriar

  • Para ella, la Feria es un lugar de encuentro y que permite comercializar sus productos en todo el país
  • “El artesano es quien transforma la materia prima”, define la cordobesa al sector al cual pertenece desde sus 18 años
  • Sus diseños llegaron a ser vendidos en locales de Tierra del Fuego y de Jujuy a través del evento que cada año convoca a artistas de todo el mundo

“Soy ceramista desde mis 18 años y hoy tengo 63. Siempre me dediqué a la cerámica y a la docencia”, comienza presentándose Patricia Perissinotti desde su casa/taller en la ciudad de Córdoba, a horas de trasladarse hasta el complejo Ferial, donde se desarrolla desde el 1 al 9 de abril la Feria Internacional de las Artesanías.

La artista participó en cada una de las 40 ediciones de la Feria, fue de las primeras convocadas, la vio crecer, transformarse, conoció a colegas de Latinoamérica y logró comercializar sus diseños de Norte a Sur del país, “vendí muchísimo a Ushuaia, de Jujuy, Calafate, Chaco, y todos esos negocios fueron posibles a través de Feriar”, destaca sobre el evento que comenzó convocando a artesanos del Paseo de las Artes. 

“El artesano hace todo el proceso. Transforma la materia prima desde el comienzo hasta el final”, responde a la pregunta de cómo se define, la además, profesora de escultura que desde hace tres meses produce piezas para exhibir en la edición 2023 del evento. 

Analiza además la actualidad del sector y lamenta que haya cada vez menos artesanos de oficio, “se está perdiendo la característica de que una persona lleve a cabo todo el proceso”, explica sobre la tercerización de etapas de producción y la llegada de los emprendedores. “La artesana compra la arcilla en polvo y ahí comienza la transformación, hasta las ventas”, continúa describiendo sobre su pasión y cuenta que llegó a ser ella misma quien recolectaba la arcilla en tierras cordobesas, además de fabricar sus propios esmaltes.

Patricia junto a sus piezas en un stand de la Feria Internacional de las Artesanías durante la 40° edición.

“A la pasta después la pasamos por el torno, por un molde, lo vamos a lijar, lo vamos a dejar secar, lo vamos a hornear por primera vez, y eso se llama un bizcocho. Después de eso lo voy a esmaltar y lo voy a volver a hornear. Y recién después de eso, está la pieza que ustedes ven”, describe el proceso sin poder especificar cuántas horas lleva la producción única, aunque indica que son muchas, además de lo que requiere la comercialización. 

Sobre la Feria, valora que “es un espacio importante para Córdoba y para toda la artesanía en general. Tiene la característica de que vienen además muchos negocios que venden artesanías y que llegan a ser los clientes con los que se trabaja todo el año”. Además, destaca que es “un momento de encuentro para los artesanos, porque tenemos una actividad muy solitaria en nuestros talleres”. 

A lo largo de cuatro décadas, Patricia fue diseñando distintos productos y aprendiendo, “nos transformamos todo el tiempo”. Actualmente trabaja con la figura humana femenina aplicada a objetos cotidianos.