Medidas para prevenir la triquinosis

  • Es una enfermedad parasitaria de los animales.
  • Se transmite al ser humano a través de las carnes y sus derivados.
  • Su contagio puede evitarse con la adopción de hábitos en la cocción de la carne y en la compra de este alimento y, de chacinados y embutidos.

La Dirección General de Control de la Industria Alimenticia del Ministerio de Industria, Comercio y Minería, busca concientizar a la población acerca de las medidas a tomar para prevenir la triquinosis.

La triquinosis es una enfermedad de los animales que están infectados con larvas del parásito “trichinella spiralis”, las que se encuentran en las fibras de los músculos de los cerdos, jabalíes, pumas y otros animales salvajes. Solo sobreviven las larvas que se alojan en el músculo estriado y es allí donde alcanzan capacidad infectante.

Se contagia al ser humano, frecuentemente, a través del consumo de carnes o sus derivados cárnicos, crudos o mal cocidos, que contienen larvas del parasito vivo. Una vez en el estómago, las larvas machos y hembras migran hacia el intestino donde maduran y se reproducen, perforando la pared del intestino dispersándose por el cuerpo a través del torrente sanguíneo.

El cuadro clínico en el ser humano es muy variable y puede ir desde una infección asintomática hasta causar la muerte, dependiendo de su estado inmunológico y del número de larvas ingeridas.

Las medidas para prevenir la triquinosis son las siguientes:

  • Cocinar completamente las carnes. No comerlas crudas.
  • Comprar carnes, chacinados y embutidos en lugares habilitados y seguros.
  • Adquirir productos habilitados para el consumo.
  • Verificar las etiquetas de los productos antes de comprar.

En cuanto a los síntomas que se presentan por el contagio de triquinosis, los signos tempranos característicos y comunes son, la aparición repentina de molestias y dolores musculares, edema de párpados y fiebre.

En tanto, una o dos semanas después de la ingesta de carne infectada, suelen aparecer síntomas abdominales como dolor gastrointestinal intenso, nauseas, vómitos y diarrea.

Si la infección es grave, la persona podría presentar problemas de coordinación, trastornos cardíacos y respiratorios.