Para prevenir el Síndrome Urémico Hemolítico

  • Es una enfermedad de transmisión alimentaria.
  • Es causada por la bacteria Escherichia coli.
  • Se puede prevenir con la adopción de hábitos domésticos, como la higiene de manos, la adecuada cocción y el lavado apropiado de los alimentos.

La Dirección General de Control de la Industria Alimenticia del Ministerio de Industria, Comercio y Minería, busca concientizar a la población acerca de las medidas a tomar para prevenir el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH).

Es una de las enfermedades consideradas de transmisión alimentaria que puede desarrollarse por la ingesta de alimentos contaminados como carne picada vacuna sin cocción completa, salame, arrollados de carne, leche sin pasteurizar, productos lácteos elaborados a partir de leche sin pasteurizar, aguas contaminadas, lechuga, repollo y otros vegetales que se consumen crudos.

La bacteria causante de esta enfermedad es la Escherichia coli productora de toxina Shiga, se encuentra frecuentemente en el intestino de los animales bovinos sanos y otros animales de granja. Llega a la superficie de las carnes por contaminación con materia fecal durante el proceso de faena o su posterior manipulación. Las carnes picadas son uno de los productos de mayor riesgo.

La bacteria puede causar diarrea sanguinolenta que, usualmente se cura sola, pero puede complicarse y desarrollar Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), que conlleva a la insuficiencia renal aguda en niños y trastornos de coagulación en adultos como la Púrpura Trombocitopénica Trombótica (PTT).

Esta enfermedad afecta particularmente a niños, ancianos y a aquellas personas que, por padecer otras enfermedades, tienen su sistema inmunológico deprimido, pudiendo provocar la muerte.

Medidas de Prevención

  • Cocinar completamente la carne, en especial la carne picada y los productos elaborados con ésta (no deben quedar partes rosadas o rojas).
  • Lavarse adecuadamente las manos con agua y jabón después de ir al baño, antes de manipular alimentos y después de tocar alimentos crudos.
  • Lavar bien las frutas y verduras.
  • Consumir leche pasteurizada.
  • Consumir agua potable. Ante la duda, hervirla o agregar dos gotas de lavandina por litro, agitar y dejar reposar 30 minutos.
  • Evitar la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos.