La Escuela de Abogados del Estado analizó el constitucionalismo digital

  • El tema, de rigurosa actualidad, fue seguido por más de mil inscriptos.
  • Andrés Gil Domínguez aseguró que el desarrollo científico tecnológico obliga a resignificar el derecho.
  • La de este martes fue la quinta conferencia gratuita del ciclo 2022.

Con una elevada participación de inscriptos se desarrolló este martes la quinta conferencia gratuita del ciclo 2022 de la Escuela de Abogados del Estado. El abordaje del “constitucionalismo digital” estuvo en manos  de Andrés Gil Domínguez, doctor en Derecho (UBA), posdoctor en Derecho (UBA), profesor de Derecho Constitucional, director del Instituto de Derecho Constitucional CPACF, autor de una  treintena de libros y colaborador permanente de La Nación y Clarín.

En la apertura de la reunión, el fiscal de Estado Jorge Córdoba agradeció al expositor su aporte en una temática novedosa, mientras que la coordinadora académica Mariana Boschetto destacó el interés por el ciclo de conferencias en general y esta última disertación en particular y elogió la participación de abogados de capital, interior y de otras provincias.

Gil Domínguez procuró en todo momento constrastar los universos analógico y digital para medir la magnitud de los cambios y su impacto en el derecho. “No es lo mismo pensar la libertad de expresión si la plataforma es la imprenta, que si lo es el periodismo digital-puntualizó- y tampoco es lo mismo el derecho a la intimidad en el mundo analógico que en el digital”.

Advirtió el especialista que “deben aparecer nuevos derechos en la medida que sea necesario” y explicó que “el constitucionalismo digital refleja o espeja a aquellas personas que están siempre atentas al desarrollo científico y tecnológico, y a su impacto en el derecho constitucional y convencional”.

Después de recordar que la promoción del desarrollo tecnológico está expresamente mencionada en el artículo 75 de la Constitución Nacional, afirmó que “estamos viviendo la cuarta revolución industrial que se caracteriza, en principio, por la convergencia tecnológica y tiene un poderoso factor de multiplicación”.

Andrés Gil Domínguez insistió a continuación en que “lo digital y lo analógico representan dos mundos distintos y esto se proyecta al universo jurídico”. Para el experto, aunque no seamos plenamente conscientes del fenómeno “cada vez vivimos más en términos digitales”.

Al parecer el proceso se aceleró a partir del Covid-19, que obligó a la sociedad a ingresar de lleno a lo digital. “Esto implica una mirada distinta sobre el funcionamiento de la sociedad y el sistema jurídico”, aseguró.

“En lo analógico teníamos que desarrollar un proceso para alcanzar el saber, que era siempre guiado por un sacerdote, un profesor. En el mundo digital la información está en la superficie. Hoy somos seres datados”, añadió.

A manera de ejemplo consignó que “todo esto se ve reflejado en la vida cotidiana” y enumeró distintas aplicaciones y plataformas con las que la mayoría de las personas está en contacto. ”Tenemos Tinder, Netflix y aplicaciones que nos  dicen por dónde ir”.

En otra parte importante de su exposición, el catedrático dijo que “si estamos en digitalidad, el discurso jurídico necesariamente va a ser resignificado” e insistió en las diferencias que habrá que tener en cuenta. “No es lo mismo la intimidad en términos analógicos que en los digitales y así como ciertos derechos pueden quedar en desuso aparecen otros nuevos, como el derecho al olvido o a la construcción de la autopercepción digital”.

Estaba previsto que de esta quinta conferencia participara también Ricardo Muñoz, actual Fiscal Municipal de Río Cuarto, doctor en Derecho, docente y autor de numerosas publicaciones. Sin embargo una dolencia le impidió disertar, circunstancia que lamentó Gil Domínguez, quien se permitió recomendar a los inscriptos la lectura de “Internet”, dos tomos recientemente publicados por Muñoz.