La Cooperativa Escolar del «Complejo Esperanza» da sus frutos

Desde el año pasado, funciona en el» Complejo Esperanza» una cooperativa escolar que esta integrada por un grupo de unos 15 alumnos del Programa de Inclusión y Terminalidad Educativa, del Anexo del IPEM 124 Adela Rosa Oviedo de De La Vega. Gracias al asesoramiento del departamento de Educación Cooperativa y Mutual de los Ministerios de Desarrollo Social y de Educación, junto a la labor de los profesores, comenzaron a realizarse talleres de sensibilización sobre la organización cooperativa. Esta tarea consiguió despertar el entusiasmo de los jóvenes que decidieron formar una cooperativa escolar que en octubre del año pasado recibió su registro oficial.

La cooperativa lleva adelante distintos proyectos (que denominan talleres): Granja, lavadero de autos y elaboración de pochoclo. Mediante estas actividades, se recaudan fondos que en un porcentaje son reinvertidos para el funcionamiento de los proyectos y el resto del dinero se destina a un fin que se decide en asamblea. Por ejemplo ,el año pasado los fondos se invirtieron en la compra de obsequios para el día de la madre.

En el marco de las actividades de la Comisión de Granja, que funciona en articulación con el taller que se dicta en el predio del Complejo, se realizó la semana pasada la cosecha de lechuga, achicoria, berenjenas y rabanito. Luego, los jóvenes trabajaron en el acondicionamiento para su comercialización, lo que implicó un proceso de eliminación de hojas marchitas, lavado y fraccionamiento. Estos productos fueron vendidos al personal del «Complejo Esperanza».

Además de las actividades productivas, la cooperativa puso en marcha una iniciativa de «ropero comunitario» para brindar abrigo y ropa a los jóvenes que no cuentan con esos elementos. Este es considerado por los jóvenes como su acción más importante. Al respecto, Denis, el presidente de la cooperativa, dijo que “desde que empezamos con el ropero somos mas solidarios entre nosotros,  incluso chicos que tenían ropa en sus casas la hicieron traer para ponerla a disposición de otros». Así, se promovió la solidaridad entre los jóvenes alojados en los distintos módulos.

La cooperativa realiza semanalmente reuniones que llaman «meriendas cooperativas» que es un espacio de participación y decisión. Además, los adolescentes resaltan que gracias a este proyecto pudieron participar de encuentros con otras cooperativas escolares lo que les permitió conocer experiencias que desarrollan sus pares en otras ciudades de la provincia. Con parte de los fondos que recauden este año imprimirán remeras para identificarse en estos eventos.

Esta iniciativa es relevante porque es un proyecto educativo que promueve los valores del movimiento cooperativista como son la solidaridad, el asociativismo, la ayuda mutua, la igualdad y la responsabilidad.