Familias para Familias, un programa que multiplica el amor y las oportunidades

  • Permite a chicos que no pueden estar con sus padres biológicos, crecer temporalmente junto a una familia de acogimiento.
  • Inicialmente fue concebido para bebés, pero se ha ampliado a niños más grandes, a partir de los 6 años.

Cristina y Gustavo, de barrio Malvinas Argentinas, hace 5 años que empezaron a darles lugar en su corazón y en su casa a niños que les han cambiado la vida.

“No tengan miedo”, dice Gustavo, que invita a parejas como la que conforma él con Cristina a que se incorporen al programa Familias para Familias y abran las puertas de su casa y su corazón a niños y niñas que por algún motivo no pueden permanecer con sus padres biológicos, para que vivan y crezcan en familia.

Cinco años después de que tomaran la iniciativa de acercarse a la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia tras leer un mensaje que les llamó la atención en Facebook, dicen estar tan resueltos como al principio y convencidos de que la experiencia les brinda una nueva oportunidad a los chicos y enriquece la vida de ellos.

La charla con Gustavo y Cristina transcurre en el Parque de las Tejas.

Con una energía que ignora la baja temperatura de un típico día invernal, Alma, de 7 años y Ángeles, de 10, corren de las hamacas al sube y baja, incansablemente.

Ángeles es la hija del medio del matrimonio, las otras son Giulietta, de 20, estudiante de segundo año de Ingeniería Biomédica y Abigail, de 17. Alma se incorporó a esa familia en diciembre.

Gustavo recuerda que los primeros dos días no dijo una palabra, pero después se acercó a la “hermana” mayor y desde entonces no para de hablar.

Familias para Familias es un programa que procura generar ámbitos de contención y cuidado para niños y niñas y adolescentes que de manera temporal no pueden estar con su familia de origen”, precisa Julia Reartes, la titular de la SeNaf.

En cuanto al recorrido del programa “inicialmente se conformó exclusivamente para bebés, pero al pasar los años hemos advertido la necesidad de contar con más familias que puedan cuidar a niños y niñas mayores de 6 años”, agrega Reartes.

La experiencia de Cristina Guerrero, de 47 años, y Gustavo Monserrat, de 50, acompaña el crecimiento y la ampliación de una iniciativa concebida para proporcionarles a los chicos una familia cuando por algún motivo han sido apartados de su familia de origen.

Hace cinco años al hogar de los Monserrat-Guerrero llegó Bastián, de 1 año y 9 meses, precedido de algunas experiencias dolorosas porque su mama había perdido consecutivamente tres embarazos.

“Esa familia quiso tener video llamadas con nosotros, encuentros, todo, lo cual nos permitió darnos cuenta de que estábamos ayudando a muchas personas”, recuerda Gustavo a la hora de comentar las características de esa primera experiencia que los marcó para toda la vida.

Porque después llegó Victoria, de 4 años, que permaneció en la casa dos años y les hizo saber que sufría el estar alejada de su hermana mayor, Emilia.

Y lo que dijo la pequeña los convenció de que debían agrandar la familia. Y el deseo de la más chiquita de la casa se hizo realidad: trajeron a Emilia.

El que observa desde afuera supone que la incorporación de niños al seno familiar puede originar celos con los hijos biológicos, pero nada de eso ocurrió en la casa de Gustavo, Cristina y sus tres hijas.

La pareja repasa lo ocurrido y asegura que “cuando llegó Emilia que tenía casi la misma edad que nuestra hija menor, Ángeles, estaban todo el día juntas”. Gustavo es terminante: “Mis hijas les brindan más cosas de la que nosotros podemos darles”.

Familias para Familias es un programa integrado por personas que dan un hogar temporal a niños, niñas y adolescentes al cuidado de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, garantizando el derecho a crecer en ámbitos familiares y afectivos.
Recibir cuidados de calidad es un derecho fundamental de las chicas y los chicos.

Sin embargo, por diversas razones muchos encuentran sus derechos vulnerados. El principio fundamental que llevó a la creación del programa es que todos los niños, niñas y adolescentes tienen el derecho a tener una familia y a ser cuidados.

El acogimiento es temporal y no se requiere una configuración familiar específica. Cualquier familia de la Provincia puede participar, sólo hace falta la disposición y el interés de ayudar.

Julia Reartes aprovechó el testimonio del matrimonio junto al que han crecido ya 4 niños para exhortar a familias a anotarse en el programa: “Los invitamos a hacer lo que hicieron Cristina y Gustavo quienes nos han comentado su experiencia y nos han trasmitido cómo han podido acompañar la crianza, brindar cuidados y amor y , en definitiva, posibilitar que niñas, niños y adolescentes puedan ser cuidados en ámbitos familiares”

Giulietta, la hija mayor del matrimonio, está plenamente consustanciada con las decisiones que tomaron sus padres.

Ella asegura que los chicos que llegaron a su casa le dan alegría y que no tiene sentido preguntarle si no teme sufrir cuando los que forman parte de su existencia diaria, se marchen.

Siempre me preguntan por las consecuencias de encariñarme cuando pase el tiempo; quiero advertirles que el amor se siente inmediatamente, desde el principio y lo disfrutamos nosotros y ellos”, señaló.

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