Escuela de verano para mujeres: diversión y acompañamiento

  • Participan 200 mujeres bajo programas por violencia familiar, de todas las edades.
  • Es desarrollada por el ministerio de la Mujer, con actividades gratuitas.
  • Incluye talleres culturales y de oficios, y espacios recreativos.

Se las ve felices, distendidas. Compartiendo espacios recreativos junto a sus hijos e hijas, divirtiéndose con sus compañeras y aprendiendo con profesores. Son 200 mujeres que atravesaron situaciones de violencia familiar que están disfrutando de las actividades lúdicas de la Escuela de verano 2020 que desarrolla el ministerio de la Mujer.

Este programa arrancó el 7 de enero y es una política de acompañamiento a las mujeres, que está dando frutos. La escuela de verano es gratuita para las beneficiarias y funciona de lunes a viernes. Se extenderá hasta el 21 de febrero.

La propuesta incluye talleres culturales y de oficios, y ámbitos de entretenimiento. El propósito de estas escuelas de verano es dar continuidad a los procesos de contención y apoyo psicosocial, a la vez que sostener espacios de pertenencia que alejen a las mujeres del aislamiento.

“Este año la particularidad es que se permite que los hijos de las mujeres participen con ellas en la escuela de verano”, dijo Mariana de los Ríos, responsable del programa. La propuesta apunta así a fortalecer o re-significar los vínculos con hijas e hijos.

Las 200 mujeres (de todas las edades) que concurren son de la ciudad de Córdoba. Hasta el mediodía, toman clases de carpintería, artesanías en cuero, teatro, costura, mosaiquismo, fotografía, deco kit, reciclado y moldería. Después, almuerzan.

Por la tarde, en grupos de 50 o 60, viajan en ómnibus junto a los chicos a un centro en el que disfrutan pileta libre. Allí meriendan y luego regresan. Los viernes realizan acuagym, y un día a la semana, visitan museos, hacen trekking y recorren lugares como el Jardín Botánico.

Este programa de la Provincia contribuye a garantizar el ejercicio de los derechos de las mujeres a la recreación, a aprender y a integrarse socialmente.

En esta Escuela de verano también participan (con profes, lugares y transporte gratuitos) los ministerios de Desarrollo Social y de Salud, las agencias Córdoba Cultura y Córdoba Deportes, las secretarías de Transporte y de Ambiente, y la municipalidad de Córdoba. Esta escuela es para mujeres que no tienen posibilidades económicas de ir a natatorios”, aclaró De los Ríos.

Salida laboral

El aprendizaje de oficios capacita a las mujeres bajo programas del Polo para concretar futuros microemprendimientos productivos, es decir les ofrece una salida laboral. Las clases son impartidas por mujeres de “Córdoba, tierra de mujeres emprendedoras”.

En los talleres aprenden técnicas, porque la idea es que vendan sus productos y se sumen al mercado de las emprendedoras”, señaló De los Ríos.

En el taller de teatro es bien palpable cómo las mamás se acercan e interactúan con sus hijos e hijas. Es un espacio de gran conexión y multiplicidad de sensaciones.

Silvana es una de las participantes. “Me gusta la escuela de verano y que participe mi hijo, me ayuda a salir de la situación por la que ingresé; aprendés cosas que podés presentar en ferias y nos permite hacer amigas, apoyarnos entre nosotras”, destacó.

Según De los Ríos, en la escuela de verano “las mujeres encuentran el espacio que tanto necesitan para no pensar en sus situaciones familiares”. Agregó: “Es un cable a tierra, se desconectan de todo”.