Integrantes de los equipos técnicos de todos los establecimientos penitenciarios de la provincia comenzaron a recibir la capacitación «Géneros, diversidad sexual: enfoque de derechos y políticas públicas”. Este jueves, una cincuenta trabajadoras sociales, psicólogas y educadoras llegaron -muchas desde el interior provincial- a la Escuela de Cadetes Comodoro Salustiano Pérez Estévez, para el primero de una serie de encuentros con Alejandro Escudero Salama, subdirector de Derechos Humanos de las Minorías y Lucha contra la Discriminación, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Se trató de un espacio de intercambio donde pudieron aprender y desaprender nociones claves para trabajar con personas privadas de su libertad. Uno de los intereses que surgió fue comenzar a trabajar un protocolo o guía para actuar en contextos de encierro.
“La Ley de Identidad de Género argentina es de avanzada mundial. Plantea una igualdad ante la ley para todas las personas del colectivo LGTBIQ+. Pero todavía no tenemos una igualdad real”, dijo Escudero y señaló que, entre otros factores, “la desinformación y los prejuicios son grandes barreras para el acceso a derechos”.
Lo primero fue clarificar conceptos para brindar un trato respetuoso a las personas en base a su identidad de género. Pero del intercambio de experiencias con las profesionales, surgieron muchos aspectos a trabajar: ¿Cómo debe ser el ingreso por primera vez a un penal de una persona trans? ¿Qué preguntar y qué no en las entrevistas? ¿Cómo proceder si alguien pide el cambio registral de su identidad de género? ¿Cómo deben ser las requisas? Por detrás de todo, quedó una pauta en común: el trabajo del equipo técnico es, en parte, hacer un acompañamiento respetuoso de los derechos.
Para eso, Escudero propuso desarmar la mirada binaria que emparenta sexo asignado al nacer y el género. El binarismo, dice Escudero, “funciona como una anteojera. Muchas veces lo que vemos es más fuerte que lo que escuchamos”. Entre las presentes, surgió el nombre de Laura Pilleri, la primera que solicitó el cambio de registro de identidad en 2012. Dentro del sistema, Laura se enfrentó a diversas violencias.
Una vez que se haya capacitado a todo el equipo técnico del Servicio Penitenciario, habrá otra instancia de preparación para que actúen como aplicadores del «Registro voluntario de la población trans y no binaria de Córdoba” un iniciativa impulsada por el Gobierno de la Provincia para generar estadísticas y, en consecuencia, diseñar políticas públicas. Los equipos técnicos deberán relevar a las personas trans y no binarias que se encuentran privadas de su libertad.
Escudero explicó que el objetivo de la Subdirección y de la Comisión Interministerial de Derechos Humanos y Diversidad Sexual de la Provincia es “generar cambios, que cada persona pueda acceder a sus derechos y a un trato respetuoso”. Y ese trabajo se da a través de dos ejes: la promoción de derechos, con instancias como las capacitaciones; y la articulación de políticas públicas.