El trato adecuado a las diversidades es clave para su acceso a la salud

  • El Ministerio de Salud adhiere al Día Provincial por la igualdad y la no discriminación por orientación sexual, identidad y expresión de género.
  • En este marco, ofrece recomendaciones para mejorar el acceso a la salud de personas lesbianas, gays, bisexuales, travestis, trans, intersex y queers (LGBTIQ+).

En adhesión al Día Provincial por la igualdad y la no discriminación por orientación sexual, identidad y expresión de género, el Ministerio de Salud comparte información y recuerda las principales recomendaciones para ampliar el acceso a la salud de personas lesbianas, gays, bisexuales, travestis, trans, intersex, queers (LGBTIQ+).

Este día fue establecido por la Ley provincial 10.544, en concordancia a la fecha en que la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad como enfermedad mental, el 17 de mayo de 1990.

En este marco, resulta oportuno recordar y promover actitudes positivas clave para mejorar cada vez más la atención de salud a las personas LGBTIQ+, quienes, debido a la discriminación originada en la imposición del binarismo sexo-genérico a lo largo de la historia, muchas veces evitan concurrir a las instituciones de salud.

Así, las principales recomendaciones están relacionadas a la despatologización y al ejercicio de los derechos contemplados en la Ley 26.743 de identidad de género, que en su artículo primero menciona que toda persona tiene derecho:

– Al reconocimiento de su identidad de género.

– Al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad de género.

-A ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada.

La ley define a la identidad de género como la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo.

En la actualidad, es necesario avanzar en la atención integral, igualitaria y de calidad, a través de un modelo de atención centrado en una perspectiva de derechos y en las necesidades de cada persona; para ello, es fundamental incorporar el trato respetuoso a las diversidades.

En este sentido,  de acuerdo a la guía elaborada por el Gobierno nacional, entre las principales actitudes que deben incluirse se encuentra el respeto por el nombre elegido por cada persona. Este aspecto debe considerarse tanto para las infancias, adolescencias, juventudes como también en personas adultas y adultas mayores, independientemente de que hayan realizado o no el cambio registral.

Para ello, se aconseja preguntar a la persona cuál es su nombre y, de allí en más, utilizarlo. También, si no hay certeza de que el nombre elegido por la persona es el que figura en los distintos registros, llamarla por su apellido.

Asimismo, es importante evitar el uso de expresiones basadas en estereotipos de género, como, por ejemplo: “señorita”, “campeón”, “princesa”, “macho”. En su lugar, es clave reconocer el derecho a expresar orientaciones sexuales y expresiones de géneros.

Otra indicación es promover el ejercicio pleno de la autonomía en la toma de decisiones sobre el propio cuerpo, evitando la jerarquización entre las distintas formas de vivir y expresar los géneros.

También se recomienda incluir en todo instrumento de registro (planilla de turnos, historia clínica, certificados, expedientes,) únicamente el nombre expresado por la persona.

Respecto a las internaciones, debe considerarse el derecho de las personas a ser ubicadas en salas acordes a su identidad de género.

En tanto a las personas con discapacidad, se las debe respetar como personas sexuadas, con diversidad funcional, diversos modos de vivir sus identidades de género y su sexualidad, con una posición activa y capacidad de decidir por sí mismas.

En la entrevista médica, es bueno realizar preguntas abiertas (¿cuál es el motivo de consulta?, por ejemplo) y no asumir como norma la heterosexualidad de las personas. Se aconseja también abordar antecedentes de salud personales, como intervenciones clínicas-quirúrgicos, el uso de medicación y los tratamientos no farmacológicos. Otro aspecto a tener en cuenta es la consulta por las redes afectivas y sociales; y detectar situaciones de discriminación, o violencia.

De igual manera, se enfatiza en que la atención en salud mental es un derecho de todas las personas y debe responder a una demanda explícita de la persona usuaria, por lo que las personas trans, travestis y no binarias no deben ser derivadas de manera compulsiva al servicio de salud mental. En esta línea también, se desaconseja relacionar cualquier consulta de varones homosexuales con VIH.