El desequilibrio estructural de la Caja supera los $8.700 millones

Las sucesivas crisis financieras del sistema previsional fueron desencadenando la necesidad de instrumentar diferentes tipos de paliativos. El más reciente es la morigeración del incremento en las erogaciones a través de la modificación del régimen de movilidad previsto en la ley 10.078. Pero con anterioridad se fueron incrementando los ingresos a través de aumentos en las alícuotas de aportes y contribuciones por sobre las vigentes en la legislación nacional. Esto justifica diferenciar el déficit contable del “desequilibrio estructural”, es decir el déficit que tendría el sistema si no se hubiese apelado a estos paliativos.

  • Durante el año 2015 la Caja contó con recursos por $ 18.448 millones. Esto se forma por:
    • $11.904 millones generados por aportes y contribuciones de los agentes activos conforme las alícuotas previstas en la legislación nacional;
    • $ 706 millones por otros ingresos;
    • $ 3.160 millones por aportes adicionales de los agentes activos por las mayores alícuotas previstas en la legislación provincial respecto de la nacional;
    • $ 2.471 millones por contribuciones adicionales de la Provincia por las mayores alícuotas previstas en la legislación provincial respecto de la nacional;
    • $ 207 millones por transferencias del Tesoro Provincial para cubrir el déficit de caja.
  • Las  erogaciones totales de la Caja serían de unos $ 21.345 millones. Esto se compone de la siguientes forma:
    • $ 17.946 millones por pago de jubilaciones y pensiones;
    • $ 502 millones por otros egresos.
    • $ 2.876 millones por erogaciones evitadas debido a la aplicación de la ley 10.078;
  • Esta desagregación permite estimar el “desequilibrio estructural” del sistema previsional provincial, calculado como la diferencia entre los aportes y contribuciones que se hubiesen recaudado aplicando las alícuotas que rigen en ANSES más otros ingresos y el gasto en jubilaciones y pensiones sin aplicación del diferimiento más otros egresos. De esta manera el desequilibrio llega a poco más de $8.700 millones, un valor significativamente más alto que el déficit que registra la contabilidad de la Caja (Gráfico 1).
  • El esfuerzo para afrontar el “desequilibrio estructural” durante el año 2015 fue distribuido en partes parecidas entre pasivos, activos y el Estado (Gráfico 2). En términos más precisos el aporte para enfrentar el desequilibrio de cada uno de ellos fue el siguiente:
    • Jubilados y pensionados, $ 2.876 millones por cobrar 180 días más tarde los aumentos salariales que percibieron los activos (Ley 10.078);
    • Empleados públicos, $ 3.160 millones por pagar un aporte personal mayor al que aplica la ANSES;
    • Tesoro provincial, $2.678 millones por mayores contribuciones patronales y transferencias para cubrir el déficit.
  • La proyección para las próximas décadas muestra una tendencia a que se ensanche la brecha entre ingresos y erogaciones. Esto es consecuencia del proceso de envejecimiento demográfico. Los principales resultados del estudio actuarial que presentó la Caja son los siguientes:
    • La expectativa de vida a los 60 años las mujeres y 65 los varones pasa de 23,9 y 15,5 años en 2014, a 27,8 y 19,1 años en 2050, respectivamente;
    • La relación activo-pasivo pasaría de 1,96 en 2014 a 1,32 en 2050;
    • El déficit previsional, sin considerar la aplicación de la ley 10.078 pero computando como ingresos los mayores aportes y contribuciones provinciales, pasa de -5% del total de las erogaciones en 2014 a -46% en 2050 (Gráfico 3).