- Acompañados por sus familias, cuatro jóvenes que finalizaron trayectos educativos formales en la institución recibieron sus certificados.
- También se acreditaron más de 100 capacitaciones en talleres de oficios y habilidades.
- Protagonizó el cierre del acto la Banda San Jorge, ejecutando instrumentos fabricados con materiales reciclados.
La ministra de Desarrollo Humano, Liliana Montero, junto al equipo de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SeNAF), encabezaron la ceremonia de cierre del ciclo lectivo en el Complejo Esperanza, centro socioeducativo que alberga temporalmente a jóvenes infractores de la ley penal.
Con numerosa presencia de familiares y educadores, en un clima de algarabía y respeto, luego de recibir a abanderados y escoltas de la Escuela Primaria Paula Freire, CENMA María Saleme de Burnichon y la extensión áulica del IPEM 124 para la terminalidad secundaria (las tres instituciones que funcionan en el Complejo), comenzó el acto formal.
Cuatro jóvenes recibieron los certificados por haber finalizado los trayectos educativos formales de primaria o secundaria.
Además, las autoridades entregaron más de cien diplomas por capacitaciones aprobadas en los oficios de albañilería, construcción en seco, peluquería, panadería e informática; como así también por la participación en actividades deportivas y en trayectos de formación en economía circular, electricidad y carpintería.
El evento cerró con el número musical de la Banda San Jorge, conformada por adolescentes que participaron del taller del Ente Biocórdoba y construyeron instrumentos reciclando elementos en desuso como mangueras, tachos de pintura, caños de plástico, ojotas y hasta un maltrecho tender de metal.
Libertad para elegir
Durante el acto, la titular de la cartera de Desarrollo Humano, Liliana Montero, valoró ante los más de 100 adolescentes presentes: “Seguramente cada uno y cada una de ustedes que está hoy aquí por las circunstancias que sea, tiene una historia dramática que contar. Y frente a ello, como nos ocurre a todos, tienen dos posibilidades: o quedarse en el lamento justificando en eso todo lo que hago, lo que me pasa y lo que voy a hacer hacia adelante; o asumen la propia historia de vida y eligen cambiarla”.
“En definitiva, los que van a elegir qué hacer con sus vidas, son ustedes. En sus manos está la decisión de qué hacer cuando estén afuera. Felicitaciones a los que portan la Bandera y a todos los que se propusieron terminar los cursos, las capacitaciones, los trayectos formativos y de escolaridad que les permitirán salir en mejores condiciones. Para nosotros, es muy importante que el tiempo que hayan tenido que estar acá sea un tiempo de calidad”, concluyó la ministra Montero.
Exactamente un año atrás, apenas asumió como ministra del gobierno de Martín Llaryora, la primera medida de su gestión fue concurrir y recorrer el Complejo Esperanza y dialogar sin intermediarios con los y las adolescentes, con vistas a producir las transformaciones necesarias en la institución, luego incluidas en el Plan de Metas de SeNAF 2024-2027.
“Después de momentos difíciles, hoy es un día de celebración. Las posibilidades de avanzar en la vida se abren al tomar decisiones, y ustedes están tomando decisiones. Nosotros podemos acompañarlos, pero la decisión de estudiar, de tener valores, de elegir un camino o el otro, va a ser siempre de ustedes. Esta es una celebración de la libertad de elegir”, coincidió Antonio Franco, a cargo del área de jóvenes infractores de la ley penal.
A su turno, Julio Castro, de la Dirección de Capacitación del Ministerio de Desarrollo Social y Promoción del Empleo, expresó: “Esta herramienta tan potente que es la educación y la capacitación profesional les va a contribuir en la reinserción social. Seguro que sus familias también confían en ustedes y en que al salir de este lugar, que es transitorio, puedan servirse de todo lo que han adquirido en este espacio y ha estado a su disposición. Este certificado no es la culminación de algo, sino que es una puerta abierta que les va a permitir fortalecerse personalmente y en el mundo del trabajo”.
Sobre la escuela del Complejo Esperanza
Con capacidad para 212 plazas, la población en el centro educativo ronda las 120 personas. De acuerdo a la ley 9.944, la estadía en el Complejo es de seis meses como máximo, con la posibilidad de prorrogar excepcionalmente durante seis meses más. En todos los casos, es definida por la Justicia, con informes de SeNAF.
Hasta noviembre de 2024, habían pasado por el Complejo 411 jóvenes y, en todos los casos la estadía implicó la obligación de asistir a la escuela en el nivel que correspondía. Para favorecer la reintegración social y el desarrollo de habilidades se imparten además talleres y trayectos formativos.
También participaron autoridades del Ministerio de Desarrollo Social y Promoción del Empleo, del Ministerio de Educación, del Ente BioCórdoba, del Instituto Provincial de Educación Física (IPEF), de la Fundación Scolas y la Cooperativa Luz y Esperanza (Calex), instituciones todas con las cuales se trabajó articuladamente para brindar en el Complejo Esperanza distintos trayectos formativos y de capacitación laboral.