Cuando el trabajo manual ayuda a cerrar heridas

Víctimas de redes de trata de personas y explotación sexual alojadas en el refugio 8 de Marzo participan de un proyecto que tiene como eje las actividades de laborterapia. Se trata de una propuesta que busca promover la expresión de la creatividad y el autoreconocimiento  de las capacidades que cada persona tiene en su interior, según explican las responsables de la iniciativa.

«Llevar a cabo actividades de laborterapia genera un espacio que ayuda al trabajo personal de las mujeres que aquí se encuentran alojadas”, puntualiza Miriam Olivo, coordinadora del refugio provincial. “A partir de estas actividades, quienes se encuentran en proceso de recuperación personal y emocional, tienen relación con los instrumentos de trabajo y su fruto; además forman parte de un proceso saludable que genera alegría, reconocimiento y entusiasmo», agrega.

Olivo sostiene que el proyecto parte del efecto que la laborterapia puede tener en la fortalecimiento del  autoestima y la autonomía de las personas. Es una actividad que «fomenta la creatividad, la constancia y la concentración, logrando un espacio recreativo que mejora la calidad de vida de cada una de ellas”, apunta la coordinadora. “Este tipo de tareas actúa contra la pasividad despertando la capacidad de actuar, sentir, crear y tiene también un aspecto socio-emocional muy importante”, acota.

Entre las actividades que vienen realizando las mujeres que permanecen en el refugio, se cuentan las manualidades, la confección  alfombras, bijouterie, pintura en tela, bordados, tejido y artesanías. Los fines de semana elaboran pan casero, tortas, pizzas, tortas fritas y pastas caseras. Paralelamente, están realizando trabajos en la huerta, con distintos tipos de cultivos, logrando de esta forma, el contacto con la tierra y la naturaleza.

“Las mujeres demuestran interés por realizar laborterapia y eso es muy importante para los objetivos que nos hemos fijado desde nuestra secretaría. Empoderar a las víctimas para estimular el potencial individual para su desarrollo humano y social es fundamental en el proceso de reinserción social y laboral”, señala María Amelia Chiofalo, secretaría de Asistencia y Prevención de la Trata de Personas.

“Estamos brindándoles -continua- todas las herramientas necesarias para devolverles la esperanza de que pueden construir un nuevo proyecto de vida y así olvidar el calvario de las que fueron víctimas” .

Recordemos que Córdoba es la primer provincia del país en contar con un refugio estatal para víctimas de trata y explotación sexual. El edificio tiene 250 metros cuadrados cubiertos y capacidad para alojar a más de 50 personas. Además posee habitaciones con calefacción, ventiladores y baño privado; salas exclusivamente para niños y salones de usos múltiples para adultos todos provistos de TV, multimedia y bibliotecas.

Cuenta además con un consultorio médico y espacios para que los equipos técnicos conformados por psicólogos, trabajadores sociales, médicos, abogados, nutricionistas y acompañantes terapéuticos brinden asistencia a las víctimas.