Ayudar a crecer, el noble desafío de las Salas Cuna

Hoy, 1.640 niños de la ciudad de Córdoba están integrados en la Red de Salas Cunas como parte del Programa Integral “Por la Flia”, dependiente de la Secretaría de Equidad y Promoción del Empleo, a cargo de Alejandra Vigo.

Esta tarde, dos centros de cuidados infantiles se suman al Programa Salas Cunas para alcanzar un total de 29 inauguradas desde su presentación. Se trata de una Sala Cuna en Ciudad Evita y otra en Ciudad Parque Las Rosas, que también incluye a los vecinos de Matienzo, Estación Flores, Villa Aspacia y Villa Adela.

Ambos centros cumplen, desde hace tiempo, con la noble tarea de cuidar a los más pequeños, pero ahora amplían sus horarios y su capacidad para albergar a niños de entre 45 días y tres años, de familias vulnerables, mientras sus mamás trabajan o terminan sus estudios.

“Brillitos” es la sala de Ciudad Parque Las Rosas, que recibió refacciones para abrir sus puertas en doble turno y con capacidad de albergar a 50 niños del sector. En tanto, el centro “Una gota de amor”, que recibe actualmente a 58 niños, desde hace doce años está presente en la comunidad del barrio Ciudad Evita como sostén y ayuda de las madres que precisan trabajar y sus familias. Su presencia no sólo se visibiliza en los cuidados maternales; también se hace presente a través de talleres especiales, que abordan temas como la alimentación saludable, la violencia de género e infantil, el maltrato, entre otros.

Y a eso lo conoce bien Alejandra Fabiola Vázquez, auxiliar docente en la Sala “Una gota de amor”. A ella la invade la emoción cuando ve llegar a Josué, un preadolescente de 12 años que fue parte de su sala cuando tenía apenas unos meses. Fue de los primeros niños que llegaron al lugar. Recuerda cuánto lloraba los primeros días, porque extrañaba a su mamá, los cuidados diarios y un puñados invaluable de momentos compartidos mientras fue parte de su salita. Ahora, su hermanito menor es quien será parte de esta nueva etapa y las sensaciones la invaden al saber que una familia le confía nuevamente su tesoro más grande: su hijo.

Con tantos años de experiencia como maestra jardinera en ese barrio, Silvia, la docente a cargo, considera la inclusión al Programa Salas Cunas como un aporte a las madres que precisan salir a trabajar dejando a sus hijos bien cuidados. Sin dudarlo, asegura orgullosa: “La educación comienza por casa, y ésta es la segunda casa de la mamá y del niño”.

Las Salas Cunas son un espacio en donde bebés y niños aprenden a jugar y a crecer, pequeños que precisan atención, que extrañan a sus mamás o que simplemente buscan el mimo que ellas les darían de estar presentes. Lo que allí sucede esconde el mágico tesoro de reconstruir el amor de familia pero desde otro lugar, valiéndose del amor por la vocación de cada uno de los que componen las Salas Cunas. Así, las docentes y las auxiliares docentes cumplen un papel importante en esta misión de cuidar y estimular a los más pequeños; ellas saben que su trabajo diario de contención también brinda a las familias confianza y ayuda en la crianza de sus hijos.

Con ese fin, se crea este Programa Salas Cunas, iniciativa que busca el abordaje bio-psico-social de niños, con el foco puesto en cubrir sus necesidades de nutrición, y con el complemento de llevar leche fortificada o entera, según las edades, para compartir en el hogar con los hermanos. Así lo explica la secretaria de Equidad, Cintia Hayipanteli, quien anunció que en el mes próximo se concretarán estas entregas con la ayuda coordinada del Ministerio de Desarrollo Social.

“Cuando hablamos de equidad, hablamos de igualdad de oportunidades. Y los Programas “Por la Flia” y Red de Salas Cunas apuntan a una política de Estado dirigida a generar oportunidades, para empoderar a los niños y a sus madres”, sostuvo Hayipanteli, minutos antes de recorrer las instalaciones que fueron refaccionadas y equipadas con nuevo mobiliario. También estuvo acompañada por la coordinadora General de Salas Cunas, Inés Zinny, y el secretario de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Social, Sergio Cornejo.