«Acoger a un niño, la experiencia más linda que puede haber»

  • Así lo relata Paola, integrante de una familia de acogimiento del programa Familias para Familias del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
  • En el Día de la Familia, comparten su experiencia dos grupos familiares alternativos para niñas, niños y adolescentes que se encuentran excepcionalmente alejados de su seno familiar.

La familia de origen y sus vínculos afectivos son el lugar natural y un derecho de todo niño para vivir, ser criado y desarrollarse. Pero hay situaciones excepcionales en que esto no es posible. Ante esta realidad, el programa Familias para Familias de SeNAF, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, provee temporalmente de grupos familiares alternativos a niñas y niños que por el momento se encuentran sin cuidados parentales.

La necesidad es permanente.“Siempre hacen falta familias para evitar la institucionalización de niñas, niños y adolescentes”, señala Liliana Gaitán, Directora de Fortalecimiento Familiar.

En el Día de la Familia, 15 de mayo, conocemos la historia de dos grupos familiares que abren su hogar y entienden que la familia puede querer y extenderse más allá del propio círculo.

Cuando ser familia para familias es tu modo de contribuir en la vida

Susana y Fernando se enteraron del programa a través de una amiga que estaba participando, y se inscribieron. Paola y Viviana oyeron de él, se interiorizaron y tomaron la decisión de ser parte. Ambas familias ya llevan cinco y siete años respectivamente brindando cariño y protección a bebés y niños de diferentes edades desde la primera vez que se anotaron.

Son familias que permanecen en el programa por su corazón generoso y la fuerte convicción de que todo niño tiene derecho a crecer con amor y en un hogar contenido. “Me parece que es maravilloso que las familias tengan estos bebés que lo necesitan por un tiempo”, dice  Fernando. “A veces la gente no se da cuenta la dimensión que tiene esto, el amor que uno tiene que entregarles y lo bueno que es para ellos, porque si bien las Residencias  hacen su trabajo, son instituciones, y aquí, ellos van creciendo en el amor de una familia, en el seno familiar”,  agrega Susana.

De la misma manera, a Paola y Viviana las alienta pensar que el cariño que brindan permite a los niños y niñas estar mejor, “no digo sanar, pero irse con un proceso de sanación de las historias que puedan traer”, dice Paola.

Susana y Fernando tienen una familia grande, con nietos incluso que siempre están expectantes de cuándo llegará otro bebé a la casa de sus abuelos. Convertirse en familia de acogimiento no fue complejo, ya que a todos les gustan los niños. “Nos repartimos las tareas … es algo que hacemos en familia, entre todos”, cuenta Susana.

Para Paola y Viviana fue diferente: “Fue un cambio porque en casa en sí no había niños”, describen. Pero contaron con el apoyo de sus familiares, y la encargada de “dar una mano con estas cosas nuevas” fue la mamá de Vivi. Fue todo un aprendizaje, “de saber lo que quiere un bebé hasta conocer a un adolescente, con sus cambios de humor y todo el proceso de su edad”, cuenta Paola.

Nadie niega que el momento de la ida de cada niño o niña en acogimiento fue simple o fácil, hay que elaborar la partida. Saber que van a un mejor horizonte  y que ayudaron en ese camino, hace que la experiencia valga la pena. “Cuando se va en adopción o cuando se va con su familia biológica, yo sé que el amor continúa porque esos papás los están esperando”, dice Susana.

Pao y Vivi ponen su atención en la próxima historia que vendrá “La idea es: se fue bien, estuve con él, hacer el proceso de duelo, y decir ¡vamos! otra oportunidad para otro niño o niña”, dicen.

Familias y Estado, una tarea colaborativa

El programa, aparte de brindar una familia de cuidado alternativo a niños, niñas y adolescentes, realiza acciones de fortalecimiento familiar. “También ayuda a los papás de muchos de estos niños: los ayuda a tomar conciencia de que tienen ellos que cambiar para recuperar eso que más quieren, les ayuda a hacer ese clic que les hacía falta”, explica Paola.

El proceso de ser familia de acogimiento, no es un proceso que se transita sin apoyo. Los técnicos del programa acompañan. “En eso trabajamos bárbaro, SeNAF siempre está”, subraya Susana. “Son de mucha ayuda y nos aportan mucho”, puntualiza Paola.

Familias para Familias: vías de contacto

  • Teléfonos: (0351) 4343456/59 Int. 151 (0351) 4343332
  • Correo electrónico: familiadeacogimiento@gmail.com
  • En el interior:  Unidad de Desarrollo Regional (UDER) de cada jurisdicción.

Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.