Durante un año, los vecinos de barrio Nuevo Progreso se juntaron los fines de semana para entre todos ponerle el hombro al sueño del techo propio. Ladrillo sobre ladrillo, con el paso del tiempo la viviendas se fueron materializando y en la actualidad unas 400 familias viven en ese asentamiento que ocupa 20 hectáreas.
El Nuevo Progreso alberga a familias argentinas, bolivianas, paraguayas y peruanas. A través del Programa Integral de Desarrollo Comunitario, la Provincia acerca la administración pública a la comunidad, de modo que se fortalezcan las capacidades instaladas en las organizaciones barriales.
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A la par de la construcción, se inició el proceso de expropiación de los terrenos, trámite necesario para que los vecinos puedan legalizar la tenencia de sus viviendas, diligencia que lleva adelante el Ministerio de Desarrollo Social.
El sábado pasado, a través del Programa Integral de Desarrollo Comunitario, la Secretaría de Medio Ambiente entregó a los dueños de casa 400 árboles, es decir uno por vivienda, para forestar el barrio. También se brindó a los vecinos información sobre cómo plantarlos y qué cuidados requieren para su buen crecimiento.
Las especias entregadas son fresnos americanos, cuyas características los hacen especialmente apropiados para veredas, ya que crecen rápido y son poco invasivos.
Emiliano Ramos, uno de los referentes vecinales, de origen peruano, trabaja día y noche por el progreso del barrio. Cuando llegó, recuerda que la zona “era un baldío. A mi no me gustan que me regalen nada, pero sí que me den una mano”.
Ramos vino solo a Córdoba hace seis años y luego se sumaron familiares. Paralelamente al levantamiento de las viviendas, construyeron vínculos entre los vecinos, celebran fiestas patrias de cada lugar y mezclan sabores y costumbres. Al finalizar la plantación de los árboles, las mujeres tenían preparado “ceviche”, una receta típica peruana, se hace con pescado fresco, limones, cebollas, ajies picantes y cilantro fresco.