El Caraffa y el Faro del Bicentenario estrenaron luminarias

El gobernador José Manuel de la Sota encabezó esta noche la habilitación de los nuevos sistemas lumínicos del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa y el Faro del Bicentenario.

De la Sota dijo: «Estas obras complementan la Media Legua de Oro Cultural, que arranca con las obras que hicimos en el Teatro Real, que como ustedes recordarán era un banco y lo transformamos en uno de los teatros más bonitos de la Argentina.  De allí pasamos al Paseo del Buen Pastor, que hoy es un paseo cultural hermoso y lleno de jóvenes, que ya es de los chicos».

«Después -prosiguió el gobernador- está el ex Palacio Ferreyra, que hoy es un centro cultural importantísimo de todos los cordobeses. Y enfrente tenemos el palacio Dionisi, también otro museo maravilloso. Y todo esto termina en Ciudad de las Artes, donde todos los jóvenes que estudian artes aplicadas tienen hoy la Universidad Provincial, también fruto de esta gestión».

En el museo Caraffa, que ya tenía su fachada iluminada, esta segunda etapa de luminarias se realizó en todas las zonas vidriadas del exterior. Son 19 metros de vidrio en el primer piso, 56 metros en el segundo sobre la puerta de ingreso, 90 metros de la pasarela en el tercer piso y 62 metros en el ala de depósito y estacionamiento.

En el faro, por su forma en torsión, la iluminación debió realizarse desde todos los ángulos en circunferencia de 360 grados, para cubrir de manera total y homogénea su extensión y evitar sombras. Así, se colocaron luces en el interior de la fuente que rodea al monumento para iluminar su parte inferior, en el exterior de la fuente para iluminar la parte media y alta y en las rejas superiores.

Tanto en el museo como en el faro se utilizó la tecnología LED RGB. Las luces LED (Light Emitting Diode, diodo emisor de luz en inglés) poseen varias ventajas: menos consumo de electricidad, mayor vida útil, no contaminan y son reciclables, no producen calor y tienen bajo mantenimiento.

Además, el modelo de iluminación RGB (del inglés Red, Green, Blue) permite representar un tono mediante la mezcla de los tres colores primarios y realzar la arquitectura.

Esta obra es continuación del plan de iluminación digital desarrollado por el Gobierno de Córdoba, que tiene el objetivo de poner en valor edificios y monumentos públicos, para dar visibilidad a circuitos turísticos y culturales.