Matrícula 2017: continúan aumentando los alumnos en los niveles inicial y secundario

Según los datos provisorios del Relevamiento Anual 2017, se mantiene la tendencia de aumento tanto en la matrícula del nivel secundario, como en la del nivel inicial. En este sentido, las secundarias cuentan con 2.115 estudiantes más cuando se compara con el 2016. De los 321.291 alumnos que tiene el nivel (frente a los 319.176 del año pasado), el 59,6% asiste a establecimientos educativos de gestión estatal.

Esta proporción aumenta cuando se trata de escuelas de la modalidad técnica, debido a que la oferta estatal está más extendida que la de gestión privada. Así, el 83,7% de los jóvenes que cursan en una institución educativa secundaria para recibir un título técnico lo hacen en el sector estatal.

En el caso de los jardines de infantes, en relación al año 2016, en 2017 asisten 2.488 niños más al nivel inicial, de los cuales 1.989 lo hacen en centros educativos estatales. De esta manera, la matrícula del nivel pasó de 123.183 a 125.671 alumnos, de los cuales el 70,9% son atendidos por el sector estatal.

Tal como viene ocurriendo en los últimos 10 años, la primaria, producto de la disminución en la población del grupo etario al que le corresponde asistir a ese nivel, cuenta con 1.568 estudiantes menos (346.168), en relación a 2016 (347.736). Las escuelas primarias estatales son las que atienden la mayor proporción de estudiantes alcanzando al 71,9%, esto es 249.051 alumnos.

En el nivel superior en 2017 los estudiantes que cursan tanto carreras de profesorado como técnicas no universitarias, son 74.391.

En este nivel, la matrícula refleja un 4% menos de estudiantes que en 2016, debido principalmente a la disminución interanual de los estudiantes de carreras superiores técnicas.

En este sentido, los alumnos matriculados en las tecnicaturas descienden un 6,9% respecto de 2016, mientras que los de la formación docente se mantienen estables (con una diferencia de 0,2 puntos porcentuales).

Si miramos este dato, según el tipo de gestión de las instituciones a las que asisten los alumnos, vemos que el sector estatal pierde más alumnos que el privado. Así las tecnicaturas que se dictan en institutos de gestión estatal cuentan con 8,6% menos de alumnos respecto de 2016 y las privadas con 5,3%, en tanto que en las carreras dictadas por los Institutos Superiores de Formación Docente que dependen del Estado provincial la merma es de 1,8%, al tiempo que los privados aumentan su matrícula en un 2,5%.

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En la modalidad de jóvenes y adultos, en el nivel primario 5.309 jóvenes y adultos completan sus estudios del nivel en esta modalidad durante 2017. En el nivel secundario, por su parte, donde el Estado atiende al 85,3% de la matrícula, en 2017 la cantidad de estudiantes es de 49.408.
Cabe señalar, que de la totalidad de estudiantes de este nivel y modalidad el 99,3% cursan sus estudios en escuelas provinciales estatales.

La modalidad especial, por su parte, cuenta con 7.028 alumnos en 2017 de los cuales, el 63,6% cursa en establecimientos educativos del sector estatal.

Los alumnos con discapacidad, integrados en la escuela común

En el marco de un cambio de paradigma que reconoce el derecho social de las personas con discapacidad a vivir en una sociedad que elimine las barreras que les impiden desarrollarse en plenitud, la Provincia viene desarrollando políticas de integración de los alumnos con necesidades educativas derivadas de la discapacidad en la escuela común.

Así, se ha dispuesto que la trayectoria escolar de todo niño, con o sin discapacidad, comience en el nivel inicial de la modalidad común y continúe en las escuelas comunes primarias y secundarias, en función de la valoración de los equipos técnicos de la Dirección General de Educación Especial y Hospitalaria.

En este sentido, la modalidad especial procura integrar a sus estudiantes en las otras ofertas educativas, a través del sistema de apoyo que resulte más adecuado para el alumno, que puede consistir en la cursada simultánea en la escuela común y en la especial, o bien en alumnos que asisten exclusivamente a la escuela común y sólo reciben apoyo de un docente que pertenece a la escuela especial, a través de la figura de un maestro integrador.

Además de los estudiantes que cuentan con apoyo de maestros integradores (que forman parte de la planta funcional de una institución educativa de la modalidad especial, sea esta de gestión estatal o privada), existen niños y jóvenes con discapacidad que asisten a la escuela común y son asistidos, por profesionales de mutuales, obras sociales, entidades de bien público y ONG, o particulares.

De igual manera, existe otro grupo de alumnos que aunque con discapacidad no reciben ningún tipo de seguimiento docente, en la medida que su problemática no necesita readecuaciones curriculares (como es el caso de los discapacitados motores, o quienes tienen ceguera y disminución visual, una vez que han aprendido el sistema Braille, entre otros).

Así, en 2017, el número de alumnos integrados en la oferta educativa de la modalidad común asciende 15.172. De esos estudiantes, el 78,4% asiste a escuelas de gestión estatal y los restantes a colegios privados. Por su parte, del total de alumnos el 73% recibe seguimiento docente, ya sea éste de parte de maestros integradores que pertenecen a las escuelas de modalidad especial o a profesionales de fundaciones, obras sociales, y otros.

cuadro 2Matrícula total 2017
cuadro 3Las trayectorias educativas

Durante 2017, las cifras de repitencia en los niveles primario y secundario registran un leve aumento que la colocan en los niveles de 2013 y 2014, respectivamente.

Para el caso de los establecimientos educativos primarios, los porcentajes de repitencia ascendieron al 2,0%; 0,6 puntos porcentuales por encima de los guarismos de 2016. Esto implica que el año pasado 6.667 alumnos se quedaron de grado y que en este 2017 lo están cursando como repitentes, mayoritariamente en 5° y 6°, años que presentan un 2,6% y un 3,0% de repetición, respectivamente.

Estas cifras desafían la política educativa provincial en la medida que dejan de manifiesto la tensión histórica en el nivel entre la formación generalista que recibe un maestro de grado y la especializada que necesitan los docentes en el segundo ciclo de la primaria (4° a 6° grado) donde deben trabajar por áreas.

En el nivel secundario, en tanto, la repitencia también experimenta un incremento de 0,6 puntos porcentuales respecto de 2016, pasando del 7,6% al 8,2%. Así, en la escuela secundaria en 2016 se quedaron de año 26.599 alumnos que están cursando como repitentes en el ciclo lectivo 2017.

A este respecto, cabe decir que el 2° año de la secundaria es el que mayores dificultades presenta para los alumnos, mostrando un índice de repetición que alcanza los 12 puntos porcentuales. El sector estatal y el privado, sin embargo, se comportan de manera diferente. Mientras que en las escuelas provinciales estatales las cifras más elevadas de repitencia se presentan en los tres primeros años, en las de gestión privada es el 3° año el que presenta el nivel de repitencia más alto. Por su parte, al comparar con 2016, los establecimientos escolares privados registran un aumento de los indicadores de repitencia en los tres últimos cursos (4°, 5° y 6° año, éste último de las escuelas técnicas).

En comparación con el sector privado, el estatal es el que cuenta con mayores porcentajes de repitencia, cuestión que se explica, entre otros factores, debido a que las escuelas secundarias de gestión estatal tienen mayores índices de retención de los alumnos no promovidos que las de gestión privada (más del 70% unas y menos de un 35% las otras).

Los indicadores de repitencia que con algunas variaciones –a la suba y a la baja– se mantienen a lo largo del tiempo muestran los desafíos de un nivel secundario que fue pensado para unos pocos y que hoy debe ser para todos. En este marco, la Provincia viene realizando esfuerzos por poner en marcha nuevos modelos organizacionales y académicos que permitan pensar y recuperar prácticas innovadoras que puedan tender un puente con las mejores tradiciones de la escuela secundaria.

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