Con la presencia del ministro de Finanzas de la Provincia, Osvaldo Giordano, y del secretario de Ingresos Públicos, Heber Farfán, se inauguraron esta mañana nuevas áreas operativas de la Dirección de Policía Fiscal (DPF). Se reciclaron y refuncionalizaron 360 metros cuadrados de oficinas que hoy permiten un sistema de trabajo integrado, transparente y dinámico de las áreas de Fiscalización Integral, Simplificada y Agravada que suman unos 80 puestos de trabajo.
“Valoramos la vocación de transformación y los instamos a ser autocríticos para hacer cada día mejor nuestro trabajo”, señaló el ministro Giordano ante los colaboradores de la DPF. “Honestidad, seriedad e innovación son las claves para transitar la compleja y dinámica realidad que atravesamos. Pero, además, debemos ser persistentes en esa visión”, dijo el ministro.
Giordano destacó que como consecuencia de la fase crítica en la que ingresó la economía nacional, “el gobernador se encuentra monitoreando al minuto la evolución de la recaudación” porque se viven “instancias decisivas, en la cuales los cambios, que en el pasado eran flexibles para el Estado, hoy se volvieron cruciales”. En ese marco, resaltó la importancia del trabajo de la DPF para lograr los recursos “que el Estado necesita para su gestión y para conseguir que una patrulla esté en funcionamiento o que una escuela rural esté activa”.
El director de la DPF, Adolfo Bringas y el subdirector, Marcos Darsie, fueron anfitriones de la visita que se extendió hacia otras áreas remodeladas, como el salón de usos múltiples y la sala de capacitación del organismo.
Esta semana, la Dirección de Policía Fiscal puso también en vigencia su primer Protocolo de Atención al Ciudadano con el objetivo de ofrecer una asistencia acorde a los estándares de calidad y transparencia definidos por el Ministerio de Finanzas para todas las dependencias de su órbita.
La Dirección de Policía Fiscal realiza unas 50.000 fiscalizaciones anuales y tiene como objetivo recaudar este año $1.200 millones, un 35% más en el 2018.