Plantearse objetivos. Tener nuevas metas. Soñar. Querer ir siempre, un poco más allá. Estos conceptos tan abstractos, son muy concretos para un cordobés que lleva nuestra bandera por los lugares más remotos del planeta. Que explora cada rincón y conoce nuevos rituales mientras despeja su cabeza y abre su corazón. Cada día estira sus propios límites. Siempre deja enseñanzas.
Hace pocos días, en el marco de una frustración, demostró templanza para tomar una decisión que ponía en juego su vida. Hablamos de Ricardo Birn, quién sueña con escalar las 7 cumbres más altas. Cuando le faltaban pocos metros para llegar a la cima del Everest, decidió no arriesgar su vida y regresar. Tuvo que decidir. Seguía o volvía. Las condiciones reinantes no le aseguraban el retorno al hogar en buenas condiciones. Respiró hondo. Pensó en los dos años de preparación para llegar hasta ese momento. Imaginó la incertidumbre y el sufrimiento de su familia. Y exactamente allí, se terminaron las dudas. Pegó la vuelta y a los pocos días estuvo en su Córdoba natal. Ya había escalado el Aconcagua, el Elbrus, (Rusia), el McKinley (Alaska), la Pirámide de Castensz (Indonesia) y el Macizo Vinson (Antártida).
Algunos piensan que es el final de la historia. Para el, es el comienzo. Porque le gusta abrir nuevos caminos. Marcar huellas que otros seguirán. Compartir. Trasmitir vivencias y motivar. Es un referente para quienes tienen un desafío. No se quiere quedar con los secretos tan profundos que la montaña deja.
Este jueves, desde las 19:30 en la Ciudad de las Artes, Ricardo Birn nos invita a su charla “Everest 8848. Decidir el éxito a los 8700 metros”. Conocé la historia de vida que lo impulsó a escalar el Monte Everest.