El estadio Mario Alberto Kempes fue el escenario de una verdadera fiesta, con la final de la Copa de la Superliga. El recién descendido Tigre demostró que no hay imposibles y derrotó por 2-0 a Boca, en un emocionante encuentro que quedará por siempre en la memoria. La primera edición del nuevo certamen se va para el “Matador de Victoria”, que celebró largamente en el cierre de una temporada en la que descendió de categoría.
A los 23 minutos, Federico González puso el 1-0 para el Tigre y, en seguida, Janson marcó el 2-0 final, de penal. El segundo tiempo fue todo de Boca, que buscó decontar desesperadamente, pero no pudo ante la férrea defensa del equipo de Néstro Gorosito.
El equipo “Xeneize”, que ya estaba clasificado a la Libertadores, no pudo sumar un nuevo título, tras consagrarse semanas atrás, campeón de la Supercopa Argentina.
Más allá de lo estrictamente deportivo, los cordobeses y todos los que nos visitaron de diferentes puntos del país disfrutaron de una noche única. Desde muy temprano, los simpatizantes de ambos equipos coparon el Kempes y disfrutaron de los imponentes fuegos artificiales y todos los entretenimientos previstos para que la espera no se hiciera tan larga. El campo de juego lució espectacular, acorde a la importancia del partido.
El operativo de seguridad montado para un evento de semejante envergadura se desarrolló sin mayores inconvenientes, con 1300 efectivos afectados al evento.
Córdoba volvió a demostrar que se encuentra a la vanguardia en la organización de espectáculos deportivos masivos, sumando ahora todas las ventajas para los ingresos y egresos que genera la flamante Circunvalación.