Austria tendrá un pedazo del estadio Mario Alberto Kempes en la Córdoba Platz

  • El cónsul de aquel país recibió una serie de recuerdos del histórico partido ante Alemania, en el Mundial de 1978.

La relación entre Austria y Córdoba es realmente profunda deportivamente hablando, más precisamente a nivel futbolístico. Ahora estos lazos se estrecharán aún más ya que el pasado miércoles, la Agencia Córdoba Deportes, por intermedio del presidente, Héctor «Pichi» Campana, el vicepresidente Gonzalo Sosa y Gustavo Farías, coordinador del Museo Provincial del Deporte, le hicieron entrega de una serie de obsequios al cónsul de Austria, Federico Scherzer, alusivos al histórico partido que jugaron la selección austríaca de fútbol y Alemania durante el Mundial de 1978.

Fue en esta ciudad, en el césped del estadio Mario Alberto Kempes (en su momento Chateau Carreras), que se produjo un hecho único en la historia y que incluso hasta la actualidad no se ha repetido. El 21 de junio de 1978 Austria le ganó 3-2 a Alemania, en el último partido del Grupo A de la Fase 2 del Mundial que se jugó en Argentina. Hans Krankl fue el autor del gol que le dio la victoria al conjunto austríaco, en el minuto 87. Lo histórico de ese encuentro es que Austria no le había ganado nunca un partido oficial a Alemania e incluso hasta la actualidad no le ha vuelto a ganar.

En ese marco, desde la Agencia Córdoba Deportes se le obsequió al cónsul de Austria cuatro butacas originales de aquella época, para ser exhibidas en la Córdoba Platz, además de la entrada original del partido y el cartel de la cabina de transmisión que usó el relator austríaco que cubrió el Mundial.

«Esto para nosotros es un gran honor. Para Austria y para mí en persona es recordar esa jornada del ’78 donde estuvimos repartiendo 10 mil banderitas en cada uno de los dos partidos que jugamos en Córdoba: un miércoles contra Holanda, que lamentablemente perdimos y el miércoles siguiente tuvimos la suerte de ganarle a Alemania después de muchísimos años. Córdoba es un hito para el fútbol austríaco. Tan es así que en uno de los barrios más importante de Viena, la municipalidad construyó una plaza que se llama Córdoba en honor a ese evento del ’78», apuntó el cónsul de Austria, Federico Scherzer.

La importancia que tiene Córdoba para los austríacos es insospechada. Gustavo Farías, coordinador del Museo Provincial del Deporte, lo grafica de la siguiente manera: «La nacionalidad que más viene al Museo son austríacos. Vienen con una emoción que contagia porque disfrutan, lloran y piden pisar el césped de lo que para ellos es ‘la plaza de los héroes’. Todo ese significado lo quisimos ratificar con la entrega de estos obsequios».

A lo que el cónsul agregó: «Córdoba es como la meca para los musulmanes. Es un lugar donde han venido distintas personalidades amantes del fútbol, algunas otras conocidas y otras no, profesores universitarios que vinieron a dar una conferencia y nos pidieron visitar el estadio y cuando lo visitaban besaban el pasto. Para los fanáticos del fútbol Córdoba es un lugar importantísimo. Este regalo que nos están haciendo es muy importante«.

A su vez, Scherzer especificó qué es lo que se realizará con los obsequios recibidos. «Se va a reconstruir la estructura metálica y se van a ubicar estas butacas en la Plaza Córdoba. Va a ser un lugar donde los hinchas se van a sentar en la butaca original del estadio. Es un recuerdo importante que va a perdurar en el tiempo. Esto va a colaborar a unir más todavía las buenas relaciones que tenemos entre Austria y Argentina y sobre todo entre Viena y Córdoba», enfatizó.