Un nuevo eslabón en la Media Legua de Oro Cultural

El jueves 25 de julio será inaugurado el Museo Palacio Dionisi, frente a Plaza España. La apertura dota de un nuevo eslabón a la Media Legua de Oro Cultural y ofrece un valioso espacio para el desarrollo del arte en Córdoba.

El lugar estará destinado a la exposición de muestras temporarias de gran valor en el campo de las artes en general, desde la escultura, pasando por la arqueología, el diseño y las artes visuales. La primera exposición estará dedicada a la escultura.

El sitio contará además con una sala de lectura y una librería, además de las dependencias de servicio y depósito transitorio.

Circuito cultural

El Palacio Dionisi (Hipólito Yrigoyen 622, esquina Chacabuco), hasta hace poco tiempo fue sede de la Agencia Córdoba Cultura, es ahora un nuevo museo que se integra a nuestra Media Legua de Oro, el corredor cultural que le otorgó una fisonomía a la capital de Córdoba al articular el Teatro Real, el Teatro del Libertador, el Paseo del Buen Pastor, el Museo Evita-Palacio Ferreyra, el Museo Caraffa, el de Ciencias Naturales y la Ciudad de las Artes.

“La transformación en museo del Palacio Dionisi enriquece aún más la Media Legua de Oro, cuyos espacios culturales, artísticos y turísticos, a la altura de las grandes ciudades del mundo, permiten que un sector importante de Nueva Córdoba armonice el hechizo de lo antiguo con la atracción de lo moderno”, declaró Pablo Canedo, presidente de la Agencia Córdoba Cultura.

La primera exposición

En lo que hace a la muestra inicial, el conjunto tiene un abordaje didáctico que abre un diálogo tan necesario como pendiente sobre la escultura de Córdoba.

Esta exposición pone de manifiesto las diferentes vertientes adoptadas por la producción local y constituye, también, una plataforma de discusión sobre diversos temas como, por ejemplo, la historia del arte de Córdoba. La muestra integrada por piezas de 24 artistas propone un interrogante: ¿es pertinente hablar de escultura hoy?

Lo concreto es que esta exhibición traza un variado horizonte sobre el universo de las prácticas actuales, que el público podrá disfrutar en las elegantes salas del, desde ahora, nuevo Museo Provincial Palacio Dionisi. El museo estará abierto al público de martes a domingos de 10 a 20, en Av. Hipólito Irigoyen 622 esquina Chacabuco, frente a Plaza España. Su teléfono es (0351) 433 4311. La entrada será gratuita hasta el 1 de septiembre.

Las obras expuestas pertenecen a: Sara Galiasso; Juan Der Hairabedian; Raúl Díaz; Carlos Peiteado; Luis Bernardi; Julio Guillamondegui; Dolores Cáceres; Angel Hiyakawa; José Landoni; José Quinteros; Tulio Romano; Celeste Martínez; Walter Páez; Martín Carrizo; Fabián Ligouri; Rafael Carletti; María T. Belloni; Ramiro Palacios; Juan Longhini; Susana Lescano; Gustavo Piñero; Pablo Curutchet; Jorge Cabrera; y Hernán Dompe.

Una joya en nueva Córdoba

El Palacio Dionisi es un edifico deslumbrante donde prácticamente todo es original, con detalles de gran calidad y terminaciones importadas de Europa. Su propietario original fue Juan Kegeler, dueño de una de las más importantes ferreterías de Córdoba a principios del siglo XX y fue diseñado por el arquitecto Miguel Arrambide según las características de la arquitectura francesa de esa época.

Al igual que otras residencias del barrio de Nueva Córdoba, ésta tiene las peculiaridades de un “petit hotel” con un desarrollo en vertical, donde la vivienda de patio tradicional fue radicalmente modificada, transformando el patio central en un considerable hall de doble altura, iluminado por una colorida claraboya de hierro y vidrio.

Posee 31 habitaciones distribuidas sobre un total de 220 metros cuadrados cubiertos y un terreno de 314 metros cuadrados. Los materiales utilizados en la construcción, incluido el cemento, fueron traídos de Europa. También se trasladaron de allí las piezas que componen su ornamento, en tanto los vitraux son obra de la reconocida casa Villela y Thomas, de Buenos Aires.

La residencia empezó a ser  construida en 1920 y se terminó cuatro años más tarde. Kegeler tuvo tres hijos y la casa quedó finalmente a cargo de su hija Margarita, casada con el reconocido médico Humberto Dionisi, quién creó en el ámbito del Hospital de Clínicas el Instituto del Cáncer, entonces único en el país, y se desempeñó como profesor titular de Ginecología en la Universidad Nacional de Córdoba. Dionisi fue también uno de los médicos que primero diagnóstico, a principios de los años cincuenta, el cáncer que padecía Eva Duarte de Perón.

Patrimonio, identidad y cultura

“La inolvidable arquitecta Marina Waisman aseguró alguna vez que ‘vale la pena cultivar las memorias urbanas’. Y estamos convencidos, en ese orden, que nuestra decisión de proteger el patrimonio apunta precisamente a recuperar la memoria para reforzar el sentido de pertenencia y nuestra identidad cultural como pueblo”, sostiene Pablo Canedo.

“La mayor responsabilidad recae en el Estado, pero todos los ciudadanos debemos velar por la protección de los bienes culturales y preservarlos para el uso y disfrute de las generaciones presentes y futuras”, agregó el funcionario.

Nueva Córdoba es hoy uno de los barrios más dinámicos de la ciudad. En las primeras décadas del siglo XX florecieron los edificios más importantes del barrio, como el Palacio Ferreyra, proyectado por Ernest-Paul Sandon e inaugurado en 1919, que hoy alberga al Museo Evita; la Parroquia del Sagrado Corazón de los Capuchinos, edificada entre 1928 y 1934 y concebida por el ingeniero italiano Augusto Ferrari; o el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa, construido por Juan Kronfuss en 1916. Sin olvidar el Parque Sarmiento, diseñado por Carlos Thays, un urbanista francés convocado por Crisol.

Algo anterior, ya que data de la última década del siglo XIX, es la unidad penitenciaria para mujeres, a cargo de las Hermanas del Buen Pastor. Transformada en el Paseo del Buen Pastor, en agosto del 2007, es ahora uno de los corazones de la “Ciudad Nueva” de Crisol o, en su denominación actual, Nueva Córdoba.

“El Nuevo Museo Provincial Palacio Dionisi se suma a esta política de recuperar la memoria del pasado y consolidar el patrimonio histórico como segmento “vivo” de la ciudad”, afirma Canedo.

Como se sabe, los museos, actualmente, no son sólo espacios para la conservación y la preservación del pasado, sino también herramientas de difusión, de investigación científica y de educación, además de motores para el afianzamiento de una industria cultural capaz de generar importantes ingresos por su atractivo turístico.