Rinden tributo a “la capitana” de la independencia

El grupo Córdoba Ruta del Esclavo invita a participar en el recorrido cultural Arqueología y Patrimonio, que se llevará a cabo el próximo sábado 8 desde horas de la mañana en la ciudad cabecera del valle de Paravachasca.

Este paseo contempla diferentes sitios históricos habitados por la población de esclavos, que habitó la entonces estancia jesuítica de Alta Gracia, establecimiento que ayudaba al sostén del Colegio Máximo. El recorrido se realiza en adhesión al Día Nacional de los Afroargentinos y de la Cultura Afro, fecha establecida por Ley de la Nación N° 26.852.

La fecha rinde homenaje a María Remedios del Valle, quien murió en la pobreza el 8 de noviembre de 1847 tras haber combatido en el Ejército del Norte durante la Guerra de la Independencia, con tal arrojo que Manuel Belgrano la nombró “capitana”.

El sábado 8, a las 8.30, saldrá un transporte especial desde la ex plaza Vélez Sársfield, sobre calle Montevideo en el centro de la ciudad Capital, hacia la localidad de Alta Gracia. Por parte de la Agencia Córdoba Cultura, participan los arqueólogos Alfonso Uribe y Alejandra Funes y la museóloga Marcela Fernández, junto a guías del Museo Nacional Estancia Jesuítica y Casa del Virrey Liniers de Alta Gracia.

El recorrido contempla los espacios donde fueron hallados testimonios materiales de los esclavizados. Los sitios de interés son: residencia, tajamar, rancherías, obraje, huerto, molino y el hornilla de cal, entre otros.

El recorrido tiene un costo de 150 pesos, e incluye transporte y refrigerio. El cupo es limitado y la inscripción se deberá abonar previamente en la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Pabellón Agustín Tosco, Ciudad Universitaria, teléfono 433-4196 int. 124, 122, 125.

La Niña de Ayohuma

María Remedios del Valle fue una de las llamadas «niñas de Ayohúma», aquellas que asistieron al derrotado ejército de Manuel Belgrano en la batalla de Ayohúma. De origen afroargentino del tronco colonial, actuó como auxiliar en las Invasiones Inglesas y tras la Revolución de Mayo acompañó como auxiliar y combatiente al Ejército del Norte durante toda la guerra de Independencia de la Argentina lo que le valió el tratamiento de «capitana» y de ”Madre de la Patria”.

Con la revolución del 25 de mayo de 1810, al organizarse la primera expedición auxiliadora al Alto Perú, el 6 de julio de 1810 Del Valle se incorporó a la marcha de la 6° Compañía de artillería volante del Regimiento de Artillería de la Patria.

Al darse la batalla de Tucumán, se ofreció ante el general Manuel Belgrano para atender a heridos en las primeras líneas de combate. Belgrano rechazó el ofrecimiento, sin embargo Del Valle acompañó a los soldados en el frente y los soldados quienes comenzaron a llamarla la «Madre de la Patria». Tras la victoria,  la nombró capitana de su ejército.

Tiempo después, se unió a las fuerzas de Martín Miguel de Güemes y Juan Antonio Álvarez de Arenales, empuñó las armas y ayudó a los heridos en los hospitales de campaña.

El historiador salteño Carlos Ibarguren (1877-1956) rescató de las sombras del olvido a María Remedios del Valle. Cuenta Ibarguren que la capitana pasó los últimos años de su vida en Buenos Aires, donde vivía en un rancho en las afueras y subsistía con la venta de pasteles y tortas fritas en las iglesias de San Francisco, Santo Domingo y San Ignacio, y en la Plaza de la Victoria -Plaza de Mayo-.

Fue por gestión del general Juan José Viamonte quien en 1827, siendo diputado de la Cámara de Representantes por la Provincia de Buenos Aires, que Remedios del Valle comenzó a recibir un aporte dinerario y su figura fue rescatada como seña de valor y entrega por la libertad de la Nación.

Reseña

En las Relación Anual de 1735, cuenta Miguel Alfredo Rizzuto, autor del libro Historia y Evocación de Alta Gracia, había en la quinta del Colegio Máximo, Alta Gracia, “una hermosa capilla hecha de bóveda con ladrillo y cal”. “Con el mismo material, dice el documento que se emitía desde la colonia a Roma, hay una oficina de tejer en la cual hay esclavos y esclavas que hilan, tejen y trabajan”.

En 1767, año de la expulsión de la Orden de la Compañía de Jesús de los dominios españoles en América, el inventario de la Estancia Jesuítica de Alta Gracia, que fue entregado a la Junta de Temporalidades, detalla que la peonada y oficiales estaba integrada por “140 negros y 170 negras cuyos nombres, oficios y estados van consignados en el mismo”.

Por último, Efraín Bischoff agrega en su Historia de Córdoba: “El empadronamiento de 1779 indica en ciudad y campaña, 17.340 españoles, 5.482 indios, 14.892 negros, mulatos libres, y 6.338 negros, mulatos esclavos”.