Restitución de pieza arqueológica a Perú

  • Se trata de un recipiente asignado a la cultura Nazca y que formaría parte del patrimonio cultural de Perú.
  • Nora Bedano, presidenta de la Agencia Córdoba Cultura, le entregó la pieza a Roxana Galindo Mendoza, Cónsul General de la República del Perú.

En la sede de la Agencia Córdoba Cultura, tuvo lugar el acto de restitución a su lugar de origen de una pieza arqueológica atribuida a la cultura Nazca, proveniente del tráfico ilícito de bienes culturales y recuperada en el año 2017.

Este recipiente decorado con la imagen de una serpiente, cuya antigüedad se estima entre los siglos II y VII de la Era cristiana, presenta una iconografía que resulta compatible con el arte funerario del valle de Ica y posiblemente proceda de los saqueos de tumbas que allí ocurren, con la consecuente pérdida del patrimonio cultural americano y de la información contextual que los estudios arqueológicos podrían aportar para el conocimiento del pasado del hombre en el Perú.

El recipiente está decorado con la imagen de una serpiente y su antigüedad se estima entre los siglos II y VII de la era cristiana

Recuperación de patrimonio cultural

Durante el año 2017, en un operativo realizado por la División de Delitos Culturales de la Policía de la Provincia de Córdoba, con la colaboración de la Dirección de Patrimonio de la Provincia, se secuestró un importante conjunto de piezas arqueológicas procedentes de distintos puntos de Argentina y del exterior, que se hallaban en manos de un particular. Entre éstas, se destaca un recipiente decorado asignado a la cultura Nazca y que formaría parte del patrimonio cultural del hermano país del Perú.

La cultura Nazca es reconocida mundialmente por las denominadas “líneas de Nazca” y las imágenes de animales (aves, insectos y mamíferos) y humanos desplegados en el desierto de la costa occidental del Perú, solo visibles desde cierta altura.

Estos enormes geoglifos (figuras dibujadas en laderas de cerros o en planicies), que a veces abarcan varias hectáreas de superficie, fueron realizados por las comunidades que habitaron ese territorio varios siglos antes de la fundación del Imperio Inca, alcanzando notables avances agrícolas que le permitieron domesticar el desierto con sofisticados sistemas hidráulicos.

Sin embargo, otras tecnologías producidas por estas sociedades no son menos relevantes, como el importante desarrollo de sus cerámicas decoradas y de sus textiles, estos últimos heredados de la anterior tradición Paracas Necrópolis.

Respecto a las cerámicas, tanto su morfología, como los colores utilizados y el tipo de representaciones plasmados en su decoración, que refieren a figuras antropomorfas, zoomorfas e intrincados motivos geométricos, constituyen un estilo característico que permite identificarlas sin dificultad en los casos en que puedan hallarse disociadas de su contexto cultural, como ocurre con esta pieza en particular.

La restitución

“Es importante destacar este esfuerzo interinstitucional entre la Dirección de patrimonio Cultural de la Agencia Córdoba Cultura, el Comité de Lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales y el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, que colaboran y participan siempre en la protección de estos bienes arqueológicos” señala el Arqueólogo Alfonso Uribe, del área patrimonial de Cultura y subraya que “gracias a la Policía de Córdoba, que es pionera en la persecución de estos delitos contra el patrimonio cultural, se hacen cumplir en la provincia y el país los convenios internacionales para la protección de los bienes culturales y al mismo tiempo se procede a restituir”.

«El tráfico ilícito de bienes culturales no reconoce fronteras y es una práctica globalizada, por ello estas colaboraciones internacionales resultan un importante medio para recuperar la pérdida del patrimonio cultural» concluyó el arqueólogo. El reintegro de esta pieza a su lugar de origen, no sólo aporta en ese sentido, sino que también contribuye a afianzar los lazos de hermandad entre nuestras naciones, que comparten problemas vinculados al expolio de parte de su legado cultural más antiguo.

De la ceremonia realizada el martes 4 de mayo en el sede la Agencia Córdoba Cultura y que encabezó la Presidenta de la Agencia Córdoba Cultura, Nora Bedano participaron Roxana Galindo Mendoza, Cónsul General de la República del Perú; Carlos Alfredo Ferreyra, Director del Museo Jesuítico Jesús María en representación del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL); Fernando Blanco, Director de Patrimonio Histórico de la Provincia y los Arqueólogos Luis Tissera  y Alfonso Uribe miembros del personal de la Agencia Córdoba Cultura. Además, estuvieron presentes autoridades de las divisiones Delitos contra la propiedad y Delitos Culturales de la Policía de la Provincia.