Además de ser un reconocido representante de la literatura nacional, el escritor cordobés Juan Filloy (1894-2000) guardaba una exquisita capacidad para dibujar, retratar y caricaturizar. Esto es lo que exalta la muestra “Mis reos / Cosa juzgada”, que dos riotercerenses hacen circular por la provincia y el país.
En marzo de 2013, a más de una década de haber fallecido el escritor, Monique Filloy -hija del riocuartense- se puso en contacto con Ariel Liendo –uno de los actuales curadores de la obra- porque tenía un baúl “lleno de cosas de su padre”, y quería saber si algo podía hacerse con ese material.
Allí fue cuando Liendo se encontró con más de 250 dibujos que el escritor realizó en su período como Juez de Paz en Río Cuarto: retratos y caricaturas de los sumariados, plasmados en los mismos pliegos en los que tomaba las declaraciones de estas personas.
Aquellas vidas que pasaron por el juzgado de conciliación que encabezaba Filloy -y que llamaron su atención- no sólo quedaron en los registros escritos del lugar, sino también de manera pictográfica, y hoy recorren el país conformando esta muestra de arte.
Tras meses abocados al trabajo de curación y diseño, el escritor Ariel Liendo y la arquitecta Nuria Peirone respectivamente, comenzaron a hacer circular por la provincia 80 de estos dibujos: 60 enmarcados y 20 en vitrinas. La obra ya ha pasado por el Museo Superior de Bellas Artes “Palacio Ferreyra” con una alta convocatoria, y actualmente ha despertado interés en museos franceses que buscan exponer estas creaciones en el extranjero.
Con el impulso de la provincia de Córdoba y de acuerdo al convenio que existe con la Región Centro, “Mis reos / Cosa juzgada” se mostrará en los próximos meses en Entre Ríos y Santa Fe, además de en localidades cordobesas como Río Cuarto y Villa del Dique, tal como expresó Liendo.
Cabe señalar que los retratos –que también incluyen algunos autoretratos de Filloy- están hechos en tinta, y se confeccionaron entre los años 1922 y 1943, situándose en el dorso y en los márgenes de declaraciones juradas, documentos testimoniales, radiografías de juicios y actas notariales, que el escritor atesoraba de su etapa como letrado y magistrado público en Río Cuarto.
Ariel Liendo expresó que estos dibujos se conservaron inalterables durante nueve décadas y que eran totalmente desconocidos. “Ni siquiera se sabía de la existencia de estas valiosas expresiones artísticas. Es un verdadero hallazgo que ahora está resguardado”, explicó.
El curador de la obra de Filloy agregó que los libros del riocuartense han aumentado sus ventas respecto del año anterior y que algunos de ellos guardan relación con sus dibujos. “Su primera pasión fueron el dibujo y la caricatura. Luego ingresó a la escritura. Es por eso que de algún modo esto que vemos en la muestra está engarzado con los personajes que después fueron la base de la caracterología de sus exitosas novelas”.
Incluso el mismo Juan Filloy había declarado en una entrevista brindada al diario Clarín en 1975: “En las novelas que escribí entre el ‘30 y el ‘40 he sido un verdadero notario público de la realidad argentina. Todo libro es un acta notarial. Usted pinta un fragmento de vida, un fragmento de sociedad. Es lo que en griego se llama ectopeya, el estudio de la conducta”, seguramente haciendo referencia a lo que hoy es una muestra de arte.
Además de la exhibición itinerante en sí, la muestra de “Mis reos / Cosa juzgada” guarda una aplicación pedagógica que ya ha servido como objeto de análisis para trabajos universitarios, pero que espera ser incluido en diferentes niveles de estudio, fundamentalmente en el medio. El proyecto pedagógico diseñado por Liendo reflexiona entorno al archivo y teje relaciones con otros artistas y pensadores.