Marta Minujín invita a visitar su «Galería Blanda» en el MEC

Mujer de convicciones firmes y de objetivos ambiciosos, Marta Minujín dice que el propósito más importante de su vida ha sido cambiarle el punto de vista a la gente. En eso anda por estos días, adueñándose de una de las salas del Museo Emilio Caraffa (MEC) tras la firma del convenio en el que cedió su  famosa Galería Blanda”, una intervención con la que irrumpió en los 60 y ha recorrido medio mundo hasta recalar en el  luminoso establecimiento de la Avenida Poeta Lugones.

Vestida con colores estridentes y sus clásicos anteojos espejados, la artista rubricó entre aplausos, junto a la presidenta de la Agencia Córdoba Cultura, Nora Bedano, cada folio del convenio, y se declaró “re feliz” de que el MEC cuente de ahora en más con una de sus creaciones, segura de que “vendrá gente del extranjero a este lugar para ver la ‘Galería Blanda’”.

Antes de invitar a los asistentes a ingresar en grupos de seis a la estructura armada con colchones, la define su obra como “absolutamente contemporánea” y recuerda que “estuvo en muchos museos del mundo”. Se toma un minuto para organizar la memoria y repasa. Aclara que se trata de otras versiones y enumera el recorrido por “el Museo Moca de Los Angeles, el Moma de New York, y Genera l Foundation de Viena”.

Posteriormente tuvo ocasión de disfrutar la intervención el público de Vancouver y ya en nuestro país pasó por el Malba y Mar del Plata. La artista señala que, durante años, lo habitual era desarmar la estructura y donar los colchones a hospitales o a otro tipo de instituciones que los necesitaran. Pero el comienzo de todo hay que buscarlo en los 60.

“La primera galería blanda que hice fue con colchones de un hotel abandonado en Washington”. Generosa en la explicación, da algunas pistas del sentido del proceso creativo. Al parecer, lo primero que se planteó fue por qué había que mirar las obras de arte en un espacio duro, rígido y austero. En contraposición, se dijo que “si uno las miraba como algo blando, y se acostaba, cambiaba de punto de vista”.

Y como remate de ese relato acerca de una de sus cientos de obras, Minujín revela el motor de su arte y, probablemente, de su propia existencia. “En toda mi vida, lo que más me interesó fue cambiarle el punto de vista a la gente y que sepan que las cosas que miran no son de una sola manera, sino que pueden ser de varias”.

La mujer que ha recibido los premios Lorenzo il Magnífico de la Bienal de Florencia y el Velázquez de Artes Plásticas, suele impactar aún al público no habituado a las galerías con obras monumentales como “El Partenón de Libros Prohibidos”, con el que revolucionó a la Documenta 14 en Kassel.

Respecto a la obra que los cordobeses pueden admirar ahora en la sala 5 del MEC, la artista la considera “especialmente linda porque es naranja, con una idea de Tarjeta Naranja de aquí de Córdoba. Yo la traje y se me ocurrió plotear mi cuadro que se llama Mandela, en colores naranja, amarillo y azul”. Aclara también, que “los colchones han sido hechos uno por uno”, y que ha empleado sogas flúo, “que son los colores que se usan ahora”.

Marta en persona encabezó la primera incursión por su galería, contenta de oficiar de guía y con el entusiasmo de una debutante, aunque ya lleva más de 50 años marcando huellas en la historia del arte y sus creaciones forman parte de colecciones públicas y privadas de Estados Unidos, Canadá, Corea, Francia, Italia, Brasil y, naturalmente, Argentina.

Jorge Torres, el director del MEC, fue el encargado de agradecer la contribución de Marta Minujín y puntualizó que, más allá de la generosidad por la donación, le estaba reconocido “por todo lo que ha aportado al arte contemporáneo con una mirada diferente”.

Al dar cuenta de la apertura de la muestra, Torres ponderó un momento especialmente creativo del arte nacional. “Celebro ese espíritu de los años 60 bien vigente, esa ruptura de la década del 60. Me alegra que esta obra la puedan disfrutar no un público sino los públicos; artistas con trayectoria, artistas nuevos y en este espacio, concebido para formar espectadores calificados. Me encanta ver la cantidad de jóvenes que se han apropiado del Museo Caraffa”, finalizó el director del MEC.

 

Invitación

La titular de la Agencia Córdoba Cultura, Nora Bedano invitó a los cordobeses a visitar las siete muestras que se habilitaron recientemente en el Museo Emilio Caraffa y reveló que se hizo una importante inversión para “acercar a los artistas y su producción al pueblo” y que vale la pena que todo el mundo pueda disfrutarlos.

“Estamos dándole apertura a una gran cantidad de muestras, una idea maravillosa que tuvo el director el año pasado cuando preparó la planificación de 2018, que incluye desde Marta Minujín hasta Deodoro Roca, que este año es protagonista por los 100 años de la Reforma y que entre 1916 y 1919 fue director de este museo”, dijo la responsable de Córdoba Cultura.

Destacó asimismo la firma del convenio con Marta Minujín, por el cual la artista plástica dona a la cultura de la provincia de Córdoba su obra, que ya está instalada. Agradecida por el aporte, Bedano sostuvo que “me parece grandioso este acto de parte de ella, de una generosidad artística que a veces no se destaca y a la que queremos  darle  suficiente relieve”.

También mencionó la exhibición de obras de Julio Chávez y de artistas jóvenes y celebró el intenso movimiento existente en las salas en estos días. “Una cosa es ofrecerles el espacio del museo porque es una obligación y otra distinta es hacerlo con alegría y satisfacción para poder acceder al mundo de esos artistas y que el pueblo pueda tomar contacto con ellos”.

Solo en tareas de curaduría y armado, la Provincia ha invertido cerca de un millón de pesos. Las muestras están a disposición del público en el museo de avenida Poeta Lugones 411, de martes a domingos y feriados de 10 a 20 horas; y , como es habitual, se permite el ingreso gratuito a estudiantes, menores y jubilados.