La estancia jesuítica de La Candelaria vuelve ser el escenario de la tradicional la Fiesta de la Virgen, una celebración que se remonta al siglo XVII y reúne a habitantes de esa región enclavada en el noroeste cordobés, que abarca los departamentos Cruz del Eje y Pocho.
El sábado 2 de febrero, desde las 10, quedarán abiertas las puertas del templo al ingreso de feligreses, turistas y agrupaciones gauchas. Luego tendrá lugar una misa en homenaje a la virgen, tras lo cual proseguirá una colorida procesión por las inmediaciones de la estancia.
Se trata de una de las festividades más antiguas de América y una de las ceremonias de carácter religioso más populares del noroeste de Córdoba. La imagen de la virgen data del siglo XVIII y llegó a estas tierras de la mano de los conquistadores.
La Candelaria es la más extensa de las estancias jesuíticas y está ubicada en las Sierras Grandes. En 2000, la Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad.