Homenaje al caudillo entrerriano Pancho Ramírez en el norte cordobés

  • La Agencia Córdoba Cultura estuvo presente en la revalorización del Supremo Entrerriano José Francisco «Pancho» Ramírez en Villa de María de Río Seco.
  • También asistió el secretario de cultura de Entre Ríos, Fabian G. Reato en una muestra significativa de los rasgos que comparten ambas provincias a lo largo de su historia como la rebeldía y el deseo de autodeterminación.
  • El acto homenaje se llevó a cabo en la localidad de Villa de María de Río Seco, también recuerda la historia de amor de Ramírez con “la Delfina”.

La Agencia Córdoba Cultura, a través de su presidente Raúl Sansica, estuvo presente en la revalorización del Supremo Entrerriano José Francisco “Pancho” Ramírez. También asistió el secretario de cultura de Entre Ríos, Fabian G. Reato en una muestra significativa de los rasgos que comparten ambas provincias a lo largo de su historia como la rebeldía y el deseo de autodeterminación. El acto homenaje se llevó a cabo en la localidad de Villa de María de Río Seco, donde el caudillo falleció. La historia recuerda, también, la épica historia de amor de Ramírez con “la Delfina”, una cautiva de quien se enamoró perdidamente.

En la localidad cordobesa de Villa de María de Río Seco, se llevó a cabo el acto homenaje a Pancho Ramírez y su historia de amor con Delfina. Además de Raúl Sansica, estuvieron presentes el secretario de cultura de Entre Ríos, Fabian G. Reato, el intendente de Villa de María de Río Seco, José Luis Arce, y el secretario de cultura de Villa de María de Río Seco, Cristian Villareal. Durante el acto principal se ilustró una dramatización de la muerte de Pancho Ramírez, líder y caudillo nato del siglo XIX.

Al respecto, Raúl Sansica, destacó: “Este homenaje, en el que pude participar de la dramatización de la muerte de Pancho Ramírez, ha servido para reflexionar y mantener la memoria viva de lo que fueron las luchas intestinas de nuestro pueblo y para poder continuarlas a través de los tiempos. Trajimos los saludos de nuestro gobernador Martin Llaryora en este día tan emotivo para todos los argentinos”. Por su parte, el secretario de cultura de Entre Ríos, Fabian G. Reato, afirmó: “Para nosotros, como entrerrianos, es muy emocionante ver la veneración y el amor que se tiene en este pueblo por nuestro Supremo Entrerriano”.

Tal como la época lo requería, Francisco Ramírez, fue un guerrero en las filas independentistas contra España, pero fue, también, un político carismático. Ramírez desempeñó un papel fundamental en la defensa y consolidación del territorio entrerriano, convirtiéndose en gobernador electo de Entre Ríos en varias ocasiones entre 1814 y 1821. Además, fue un pionero en muchos aspectos, siendo particularmente destacable su voluntad de legitimarse a través del voto popular. Según los historiadores, convocó a «oír el voto libre de los habitantes» para elegir al Jefe Supremo, un acto inusual para la época.

En 1818, en Paysandú, el caudillo se deslumbró con una mujer pelirroja que había sido tomada cautiva, ella era “La Delfina” quien encandiló tanto a Ramírez que él terminó rompiendo su compromiso con Norberta Calvento, la hermana de su mejor amigo, cuyas familias se conocían de toda la vida y con quien era un hecho que terminaría casándose. No han trascendido muchos datos sobre Delfina, solo se sabe que desde el día que la conoció ella vistió uniforme militar y combatió a la par del caudillo como un soldado más y esto fue lo que terminó enamorando perdidamente a Ramírez.

La batalla final de Ramírez llegó el 10 de julio de 1821 cuando, en circunstancias aún no esclarecidas oficialmente, halló la muerte en Villa de María de Río Seco. Entre Ríos y Córdoba han sido provincias hermanas desde su nacimiento, a tal punto que lograron juntas la Primera Declaración de Independencia de las Provincias Unidas del Río de La Plata en 1815, junto al resto de las “Provincias del Litoral”. Este significativo acto reflejó la voluntad de estas provincias de autogobernarse y establecer su propio destino político, no sólo respecto al dominio extranjero, sino también a cualquier forma de dominación. La rebeldía y el deseo de autodeterminación han sido rasgos distintivos que han marcado profundamente la historia tanto de Entre Ríos como de Córdoba, configurando aspectos fundamentales de su identidad.