Hijos y nietos ayudan a mejorar productos caprinos de sus familias

El ministro de Ciencia y Tecnología provincial, Walter Robledo, presidió ayer en la localidad de Chancaní el cierre de un Proyecto de Transferencia de Resultados de la Investigación y Comunicación Pública de la Ciencia (PROTRI), financiado por este organismo provincial.

“Importancia de implementar buenas prácticas en la elaboración de alimentos artesanales” es un proyecto que, mediante la comunicación científica, aborda aspectos de la salud pública, la microbiología, higiene, alimentación y nutrición, relacionados con productos caprinos.

Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto, dirigido por Mirta Lasagno y Viviana Freyre (Facultad de Ciencias Exactas, Físico Químicas y Naturales), analizaron diferentes sistemas productivos familiares que nuclean a pequeños productores caprineros de Traslasierra. Entre otros datos, la investigación observó que las condiciones de vida y de producción eran precarias, aunque su economía de subsistencia basada en el cabrito y derivados (leche, quesos) está inserta en la cultura e identidad de la comunidad.

Como resultado de la investigación, se expuso la necesidad de colaborar con los productores de la zona en mejorar sus prácticas en los procesos de manufactura, para que puedan acceder con sus productos al mercado formal.

Una de las principales acciones se relaciona con la incorporación de “Buenas Prácticas de Manufactura”. Para ello, el equipo de investigación junto a técnicos especialistas, capacitaron a los productores y se observó una mejora en la calidad de los productos, aunque se debe profundizar el trabajo en esta misma línea.

El proyecto PROTRI pretende, mediante un  manual de divulgación científica, concientizar y brindar pautas para la elaboración de productos caprinos, que ayuden a los productores a alcanzar los estándares necesarios para acceder a la comercialización en el mercado formal.

Los jóvenes, promotores del cambio

En este marco, la transferencia de estos conocimientos científicos se realizó a la comunidad de una escuela de Chancaní: el IPEM 354, ubicado en el departamento Pocho, al Noroeste de la provincia de Córdoba.

El trabajo que se realizó con los docentes y alumnos apunta a que sean los hijos y nietos de los productores quienes les transmitan y transfieran la importancia de las buenas prácticas, utilizando el manual y el conocimiento adquirido. “El documento de Buenas Prácticas es una herramienta valiosa para que sean ellos multiplicadores del concepto de alimento seguro, primero en su núcleo familiar y luego en su actividad laboral. De esta forma podrán arraigarse laboralmente en su territorio. Lograr capacitarlos en las Buenas Prácticas de elaboración de alimentos, les brinda una herramienta para aplicar con posibilidades de generar ingresos en su núcleo familiar y permanecer en el territorio”, explican los investigadores.

Por su parte, el ministro Robledo señaló: “Es sumamente valioso que el conocimiento científico se transfiera a las nuevas generaciones. Este proyecto, su impacto real, es un ejemplo porque tiene un doble valor: que el conocimiento llegue allí donde hace falta y que los jóvenes sean los principales actores del cambio”.

Al momento de cerrar la transferencia de este proyecto a la escuela, el Ministro compartió un encuentro con los alumnos egresados que trabajaron en el PROTRI, autoridades comunales y del establecimiento educativo.