Emprendedora cordobesa mostró su proyecto en España

Analía Figueroa es una emprendedora que acaba de regresar del South Summit de España, una experiencia a la que acudieron representantes de los cinco continentes y a la que ella pudo acceder tras ser seleccionada por la Agencia Córdoba Innovar y Emprender.

Todavía encandilada por la posibilidad de mostrarse en una vidriera global, destaca que «esto sucedió por haber quedado seleccionada junto a otras dos startup del país, para viajar a esta misión a España como delegación argentina».

Una startup es una organización humana con gran capacidad de cambio, que desarrolla productos o servicios, de gran innovación, altamente deseados o requeridos por el mercado, donde su diseño y comercialización están orientados completamente al cliente. Esta estructura suele operar con costos mínimos, pero obtiene ganancias que crecen exponencialmente, mantiene una comunicación continua y abierta con los clientes, y se orienta a la masificación de las ventas.

Con orgullo, Analía recuerda que «fuimos la única startup de Córdoba y recurrimos a la ayuda de la Agencia Córdoba Innovar y Emprender para ver si podíamos tener su acompañamiento y gracias a eso pudimos representar a la provincia».

En cuanto a lo realizado en España, la emprendedora sostuvo que «queríamos conocer el ecosistema y las oportunidades que se ofrecían en Barcelona, por un lado, y  concurrir a una de las conferencias internacionales más importantes de Europa, la South Summit, de Madrid, donde se aglomeran todas las startups más  innovadoras, del sur del globo, junto con las corporaciones más importantes y con inversores dispuestos a  escuchar».

Explicó Analía Figueroa que, «aparte de disponer de un stand como delegación, había todo un programa de charlas, de referentes mundiales que abarcaban las temáticas más diversas y te contaban que se está haciendo en el resto del mundo, en diferentes verticales».

La joven emprendedora -Analía tiene 29 años- está convencida de que le fue muy bien  «porque aparte de entender el ecosistema español como para  aprovechar el día de mañana lo que se denomina soft landing o aterrizaje suavizado en el caso de querer expandirnos, fue importante comprobar el funcionamiento, lo que te pide un inversor, que posibilidades hay de apalancamiento del Estado».

Añadió que sirve también «contar tu propuesta ante gente de todo el mundo», lo que le permitió regresar «con muchos contactos y alianzas potenciales que espero cerrar próximamente».

Realidad Aumentada

Analía se entusiasma cuando habla de su trabajo. «Nosotros tenemos un emprendimiento de realidad aumentada  para e-commerce. Nos metemos en la experiencia de compra online, en un primer momento, de muebles. Lo que permitimos con nuestra aplicación es observar todas las características de un producto en el lugar que va a ocupar».

Según la emprendedora, si una persona está viendo un mueble en la pantalla de su celular, es probable que la simple foto no le sirva para tomar la decisión de compra.

«Con la aplicación desarrollada aquí  «el mueble se ve en tiempo real y en 3D. El ejemplo más concreto que seguramente le suena a todo el mundo es el del Pokemon Go. Ese juego consiste en que uno va con la cámara del celular prendida y aparecer Pokemones en 3D, en espacios de la realidad común donde uno enfoca. Con los muebles es igual, pero en lugar del Pokemon, la persona va a enfocar el living de su casa donde pretende ubicar el nuevo sillón y lo va a poder observar en 3D, en distintos colores y posiciones».

La app posibilita sacar una foto y compartirla con el resto de la familia porque la compra de un mueble suele ser una decisión de la que participan todos los ocupantes de una casa. Después de que la familia lo ve, lo examina y acuerda, se dirige al carrito de compra y finaliza la operación. «La idea es que uno pueda probar el producto antes de comprarlo».

En cuanto a las repercusiones, Analía señala que creyó que al concurrir a una feria de innovaciones «supuse que habría varios en lo mismo porque en Europa con realidad virtual y aumentada están trabajando un montón, pero me llamó la atención porque hablé con muchas startups que operan la misma tecnología que yo, pero lo cierto es que no lo trabajan con el modelo de producto. Lo mío es un producto que le venderé a un e-commerce o cualquier marca que venda por internet. Ellos allá usan la tecnología para hacer productos a medida».

Precisó que la gente solicita algo para un ámbito particular y ellos la desarrollan y la instalan. «Pensé que iba a encontrar más competidores directos y no encontré tantos; sí indirectos, claro, y me dí cuenta que existe la posibilidad de alianzas con startups de allá que hacen lo mismo que yo pero atacan otras verticales. Fue espectacular en ese sentido».

En cuanto a la continuidad del emprendimiento en Córdoba «ahora tenemos el desafío de lanzar nuestra primer veta pública con productos que ya hemos cargado para empezar a medir la experiencia de los usuarios, para ver qué tanto la usan y, en números concretos, si esta mejora que nosotros aseguramos que van a tener en la experiencia de compra, se traduce  en mayores ventas para nuestros potenciales clientes».

Subrayó Analía que «estamos en la etapa de salir a validar a la calle el producto y ver qué sucede y, en base a esto, decidir hacia dónde nos movemos «.

En resumen y como experiencia «para mí fue muy importante contar con la colaboración de la Agencia y sobre todo pude ver afuera que el Estado tiene un rol muy activo con los emprendedores; hay acompañamiento desde el momento cero y por más que nosotros somos un ecosistema en donde la parte pública y privada recién está queriendo explotar, creo que vamos por muy buen camino. El acompañamiento que yo recibí prueba que sirve. Creo que vendrá  bien que comparta mi experiencia y que todos continuemos formándonos porque estamos en Córdoba, en el Sur y nos exigen que tengamos ideas innovadoras y disruptivas y te vas al primer mundo y te vuela la cabeza. Creo que es  imprescindible, como emprendedor, no solo formarse sino viajar, no para copiar; para ver y aplicar todo a los proyectos propios, con la idiosincracia local».