En el marco del 12º Congreso Internacional de Agricultura de Precisión y Expo de Maquinarias Precisas que organizó el INTA, ProCórdoba propició la participación de dos expertos japoneses de la Organización Nacional de Agricultura y de investigación alimentaria en Japón (NARO, por sus siglas en inglés).
Respecto a la relevancia de esta misión inversa, la Gerenta de Cooperación y Relaciones Internacionales, Viviana Arias, expresó: «Siempre estamos apoyando a este sector que es estratégico para el desarrollo de la provincia, de la región y del país, por eso decidimos este año tener la posibilidad de traer a expertos japoneses. A esto lo realizamos en función del fluído contacto que tenemos con Japón y a su vez también con la amplia colaboración que tenemos con JICA, que es la Agencia de Cooperación Internacional de Japón».
Robótica en la mecanización agrícola.
En la ocasión, el Dr. Yoshisada Nagasaka, del área de Mecanización Agrícola, del Centro de Investigación de NARO, disertó ante un centenar de personas.
«Estamos comprometidos en la investigación sobre operación de campo de arroz autónoma. Nuestro objetivo de investigación es el desarrollo de sistema operativo totalmente automatizado para la producción de arroz, tales como la labranza, el trasplante y la cosecha», explicó.
En cuanto al modo de funcionamiento de la mecanización agrícola que están llevando a cabo, detalló: «Estas máquinas agrícolas automatizados son guiados por un sistema de posicionamiento global (GPS) y un sensor de actitud. Debido a que cada máquina se utiliza durante un período limitado de tiempo en un año, tenemos previsto compartir un ordenador de control principal y la navegación sensores entre las máquinas automatizadas.»
Al ser consultado sobre la posibilidad de que cada vez haya más máquinas agrícolas robotizadas, respondió que «no por ahora» pero consideró que «en los próximos años vamos a precisar esta tecnología». Sobre esto, amplió: «En Japón el número de los agricultores y productores está disminuyendo y en el futuro próximo el número será cada vez menor. Nosotros necesitamos controlar nuestras tierras y la tecnología de robots puede cubrir esas tareas. Así por ejemplo, un operador puede manejar dos máquinas al mismo tiempo».
Nagasaka explicó que «estas máquinas cuentan con una unidad de dirección inercial que mide la dirección de la máquina, una computadora controla la dirección de la máquina y la transmisión de información y así se realiza la operación automáticamente». A su vez, destacó que han hecho pruebas a campo abierto realizado con esta maquinaria: «Hemos trabajado con tractores que trabajan en la granja y en el riego del terreno para la plantación del arroz, también con la siembra de plantines de arroz y con cosechadoras».
Desarrollos informáticos y de comunicaciones para la agricultura.
Asimismo, en ese marco, el Sr Takuji Kiura, de la División de Agricultura y Agroinformática de NARO brindó una charla sobre la informática aplicada a la agricultura. En la oportunidad, rescató la utilidad de estas aplicaciones, sobre todo orientada a servicios.
Kiura explicó que «por medio de sensores de monitoreo ambiental de bajo costo un servidor web muestra toda la información disponible para la toma de decisiones agrícolas: temperatura del aire, humedad, etc». Aclaró que aunque muchos datos meteorológicos están disponibles en Internet, el valor agregado de este servicio es «proporcionar el método común de acceso a los datos y la integración de los mismos».
De esta manera, se brinda al productor información útil para prever inconvenientes y realizar potenciales predicciones que beneficien su labor. Luego de explicar en detalle los diferentes usos que tiene la informática aplicada a la agricultura, se mostró optimista respecto al desarrollo y la utilización de estas herramientas en Argentina:
«Este tipo de desarrollo informático de gran cantidad de datos es difícil en Japón, porque el campo de cultivo allá es pequeño y con muchas heterogeneidades. En cambio, en Argentina parece más fácil esta práctica para controlar máquinas agrícolas y los datos básicos para las buenas prácticas agrícolas».
Si bien existen diferencias entre las características geográficas de ambos países, sus métodos, cultivos y sistemas, se evaluó entre los equipos de investigadores de NARO y de Agricultura de Precisión del INTA Manfredi, las posibilidades de complementación e intercambio de experiencias. Este evento fue marco de este primer contacto, para evaluar alternativas de aprovechamiento de know how mutuo que redunde en beneficio del sector y de las empresas que trabajan en este dinámico y especializado segmento productivo y exportador.