Córdoba capital: inauguraron la puesta en valor de una residencia para niñas y niños

  • La residencia “Casa Primer Ingreso” fue refaccionada, equipada e íntegramente puesta en valor mediante el programa “Cimientos, construyendo un futuro sólido”.
  • Alberga a 16 niñas y niños pequeños sin cuidados parentales que están bajo protección del Estado. Es la séptima que se inaugura en lo que va del año.

La ministra de Desarrollo Humano, Liliana Montero, junto a la secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia (SeNAF), Julia Reartes, encabezaron el acto de inauguración de las obras en Casa Primer Ingreso, la residencia que funciona como centro de vida para niñas y niños sin cuidados parentales que están bajo protección del Estado.

La casa de cuatro dormitorios fue equipada a nuevo y refaccionada de manera integral a través del “Cimientos, construyendo un futuro sólido”, el plan de obras con perspectiva de derechos impulsado por el gobierno de Martín Llaryora que lleva adelante el Ministerio de Desarrollo Humano en inmuebles de uso social y comunitario bajo su órbita.

El programa incorpora para los trabajos mano de obra de la economía social y en esta primera etapa se propone llegar a todas las residencias de SeNAF.

El plan de obras en Casa Primer Ingreso incluyó la refacción completa de los tres baños con el correspondiente acondicionamiento de instalaciones sanitarias de agua fría y caliente, el replanteo del lavadero, y el sondeo y destrabe del sistema de desagües pluviales y cloacales, que requirió la ejecución de un nuevo pozo.

Se repararon aberturas y se removieron vidrios y policarbonatos. Se renovaron los artefactos de iluminación y se realizaron trabajos de albañilería y pintura completa en todos los ambientes, en los que se incorporaron murales de colores.

Se renovaron las camas, el cortinado, la vajilla, blanquería, ropa de cama y toallas, equipamiento todo de primera calidad.

Casa Primer Ingreso es la séptima que se inaugura en lo que va del año. Alberga hoy a 16 niñas y niños pequeños, de 6 a 11 años, que debieron ser separados del cuidado familiar en resguardo de sus derechos y crecen bajo el sistema de protección estatal.

“Cada uno de los lugares que arreglamos, lo hacemos pensando en cada una y en cada uno de ustedes. Quiero agradecerles porque sé que pusieron mucho esfuerzo mudándose a otra casa que tal vez no estaba tan cómoda, pero fue para poder estar en mejores condiciones. Así ocurre muchas veces en la vida. Ahora, la idea es que estén muy bien en esta casa renovada, que la disfruten y la cuiden mucho”, les dijo la ministra Montero en la breve ceremonia de inauguración, que se vivió con el ánimo de una fiesta.

Muchas gracias por la paciencia y esperamos que les guste. Y nos comprometemos a seguir acompañando todo lo que sea necesario para que la estadía de ustedes aquí sea la mejor posible”, aportó la secretaria Reartes.

Silvina Allende, responsable de la residencia, dio unas felices palabras de bienvenida que recibieron con alegría todo el plantel de socioeducadoras, los equipos del Ministerio, las arquitectas que dirigieron el proyecto y las integrantes de la cuadrilla que pusieron manos a la obra para dejar la casa impecable y que recibieron un agradecimiento de parte de todos los chicos y las chicas.

El acto se llevó a cabo en el salón del comedor, calefaccionado y ambientado ahora con flamante mobiliario y murales en toda la casa.

Programa Cimientos

Casa Primer Ingreso es la quinta residencia de SeNAF de la ciudad Capital íntegramente puesta en valor mediante el programa Cimientos, a las que se suman la de Río Cuarto y la Alfonsina Storni, de San Francisco, donde próximamente comenzarán las obras en la residencia para varones.

Cimientos fue lanzado en marzo pasado por el gobernador Llaryora con el objetivo de fortalecer desde la infraestructura las políticas públicas destinadas a las infancias y las poblaciones más vulnerables.

Inicialmente, abarcará de manera progresiva a todas las residencias de SeNAF de la ciudad y del interior siguiendo una logística precisa que involucra a todos los equipos técnicos, ya que cada hogar que se pone en valor implica reacomodar temporariamente en otros espacios a los niños, niñas y adolescentes, garantizando que mantengan su centro de vida y sus actividades escolares y socioeducativas.