«El modelo del Polo hay que amplificarlo y replicarlo»

El séptimo encuentro de la Diplomatura en Formación de Acompañantes Comunitarias contra la Violencia de Género, realizado el último sábado de octubre, fue dedicado a Patricia Parra, la rionegrina de 56 años asesinada por su marido cuando se preparaba para ir al Encuentro Plurinacional de Mujeres, celebrado hace poco en Trelew. “Esto lo tenemos que tener presente: ante cada acción hay una reacción muy fuerte del patriarcado, pero en lugar de paralizarnos nos debe movilizar más. Por eso se la dedicamos, por haber dicho simplemente no”, dijo en la apertura Claudia Martínez, secretaria de Lucha contra la Violencia a la Mujer y Trata de Personas, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Córdoba.

Esta vez, el eje central fue “Modelos Internacionales de Gestión” y sirvió para exponer el Modelo Integral de Gestión del Polo y el Plan Multidimensional de abordaje, que se realizada en Córdoba y es referencia para otras provincias. También expuso una clase magistral la argentina radicada en España, Flavia Tello Sánchez, que cuenta con una extendida trayectoria.

Tello Sánchez mencionó diversas experiencias a nivel mundial donde trabajan con lo que definió “buenas prácticas”, y rescató el “trabajo integral” que se realiza en el Polo de la Mujer. “Debe ser amplificado y replicado”, recomendó, ya que hay una presencia que va desde que se realiza la denuncia hasta los espacios de formación que ofrece para las víctimas. “Pero el polo existe gracias a una decisión política y una fuerte inversión” del Gobierno de Córdoba, agregó.

Nacida en San Juan, Tello Sánchez es licenciada en Administración con Orientación Municipal, Máster en Dirección y Gestión Pública y Máster en Género, Sociedad y Política. Doctoranda en Estudios de las Mujeres, Discursos y Prácticas de Género por la Universidad de Granada. Actualmente, es directora del Gabinete Técnico y Responsable de la Unidad de Género de la Unión Iberoamericana de Municipalistas (UIM). Es miembro fundador y coordinadora técnica de la Red Iberoamericana de Municipios por la Igualdad de Género.

“En el trabajo contra la violencia de género tenemos que ir desde lo local a lo global, a veces hablamos de este tema como un fenómeno global pero perdemos de vista que no todas las mujeres son iguales, cada una, en su comunidad tiene problemáticas distintas”, dijo y enumeró: “Las mujeres aborígenes tiene problemáticas que las mujeres rurales o trans no tienen, por ejemplo”.

Al momento de mencionar una estrategia para luchar contra la violencia de género, señaló la “importancia de incluir a los hombres y los niños para poder transformar los imaginarios que contribuyen a acrecentar y normalizar la violencia hacia la mujer”. “La prevención se trabaja con ellos, las mujeres solas no vamos a poder salir si los hombres no están dispuestos a deconstruirse y tener nuevas relaciones sociales y de poder más inclusivas y respetuosas con los derechos de unos y de otras”, dijo la especialista y aclaró: “Eso va más allá de las relaciones de pareja y como concebimos el amor, se debe transferir a los espacios de poder, a como compartimos el poder político y los espacios de convivencia ciudadana”, por ejemplo.

Pasteles contra el machismo

El ejemplo más concreto del trabajo integral que se realiza en el Polo lo dieron las mujeres del taller de pastelería, que llegaron a la institución como víctimas de la violencia machista y con el tiempo encontraron maneras de sumar ingresos económicos a su vida. El taller dura siete meses, con ocho horas semanales de cursado.

“A mí me dio fortaleza, porque siempre dependí de mi expareja, nunca podía trabajar, y a través de este curso aprendí a sustentarme”, contó Claudia, una de las talleristas. Lo primero que vendió fue una pastaflora y galletas pepas, se las encargó un vecino del barrio. Ahora, con lo que produce desde su casa y vende, puede afrontar gastos del hogar y, su mayor placer, pagar la academia de danza de su hija.

“Cuando yo empecé a ir al Polo de la Mujer entraba con la cabeza gacha, porque me daba vergüenza que me vieran llegar ahí. Hoy me pasa todo lo contrario, hago parar el colectivo al frente y entró con la frente en alto”, contó.

Camino al cierre

Quedan apenas dos encuentros para que la diplomatura, que fue lanzada en marzo, llegue a su cierre. Se inscribieron 1.375 mujeres de diversas localidades del interior de Córdoba y el país, que un sábado por mes hacen un gran esfuerzo para llegar hasta la sede de la Universidad Provincia de Córdoba. “Estamos en un punto muy importante por que hemos atravesado un proceso de formación académica de primer nivel con especialistas que no siempre comparten los mismos puntos de vista, pero que nos permiten confrontar teorías y ampliar miradas sobre muchas cosas”, señaló Martínez.

Quedan dos encuentros: el próximo será el 24 de noviembre, con el eje de “Comunicación no sexista” y con la presencia de la española María José Porteiro. El último encuentro será dedicado específicamente a “Acompañantes comunitarias”, con diferentes experiencias de trabajo territorial. “La persona que hace esta diplomatura no es por que quiere sumar un título si no porque tiene un gran compromiso, y ese va a ser el insumo para armar un programa de acompañantes contra la violencia de género”, dijo, Claudia Martinez.

La diplomatura está organizada por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Córdoba, a través de la Secretaría de Lucha contra la Violencia a la Mujer y Trata de Personas, conjuntamente con universidades nacionales y la Universidad de la Provincia de Córdoba.