“Antes la literatura infantil era elitista y ahora es masiva -afirma Nelda Abed-. Esto se debe a que el libro se ha introducido en la escuela, los libros forman parte de las bibliotecas escolares. Afortunadamente, los mejores libros de la literatura latinoamericana y europea están en las escuelas”. La propagación de obras escritas “contribuyó a formar lectores calificados; por ejemplo, hay chicos que, por la cultura que han adquirido, diferencian géneros, ilustradores y autores”, agrega la especialista.
Los tradicionales
“Los relatos clásicos no han perdido vigencia”, sostiene Abed. “Los famosos cuentos de los hermanos Grimm o de Charles Perrot son recopilaciones de versiones orales muy antiguas y no han perdido su vigencia. Hoy en día los chicos siguen encontrando fascinación en cuentos como Caperucita Roja, La Cenicienta o Pulgarcito”, dice la especialista.
Además de la popularidad inmanente de aquellos y otros relatos para chicos, que muy probablemente hemos escuchado en la infancia, Nelda Abed remarca que hoy existe una formidable industria editorial que asegura su difusión. “La literatura infantil ocupa un espacio montado sobre una gran industria editorial que reproduce esas historias en diferentes formatos muy atractivos para los chicos”, concluye.
El papel del adulto
En la relación de los chicos con la literatura en papel, el rol de los padres es sumamente importante y exige paciencia: “El adulto tiene que acompañar al pequeño lector a buscar el libro que el niño está buscando. El adulto debe ser de alguna forma un mediador, debe tomarse el tiempo para acompañar a los más chicos”, recomienda la experimentada librera.
Las Tres Marías
En la esfera de la literatura infantil producida en Argentina, la directora de la Feria Infantil del Libro de Córdoba subraya los nombres de María Luisa Cresta de Leguizamón, María Teresa Andruetto, María Elena Walsh.
‘Malicha’, como popularmente se conoce a la notable María Luisa Cresta de Leguizamón, fue homenajeada en la primera Feria Infantil del Libro de Córdoba: «Ella fue quien encauzó el pensamiento de ver la literatura infantil con realismo y con creatividad. A ella le debemos mucho”, sostiene.
María Teresa Andruetto, ganadora del premio Hans Christian Andersen, el «pequeño Nobel de la Literatura», es la otra gran referencia: “Ella se siente un producto de su contexto, por eso honra ese importante galardón ayudando y apoyando a quienes se acercan a pedir su consejo”, comenta.
María Elena Walsh es la otra gran autora en materia de literatura infantil en Argentina. “A raíz de su formación anglosajona, adquirió esa hermosura que son las misceláneas inglesas, que consisten en decir cosas sin sentido, los cuentos de trapo para niños muy pequeños, las nanas, todo eso fue el alimento de María Elena Walsh, quien tuvo una extraordinaria capacidad para la literatura”, sintetiza.
Organizan
Las instituciones que participan en el encuentro son la Cámara de Librerías, Papelerías y Afines del Centro de la República (CALIPACER); la Subsecretaría de Cultura, Secretaría de Extensión Universitaria UNC; la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Córdoba; la Sociedad Argentina de Escritores; y la Agencia Córdoba Cultura que abre el espacio del Centro Cultural Córdoba para recibir a lectores ávidos de una historia bien contada.