Nono: ríos, paisajes naturales y un turismo no invasivo

Hay otra versión del turismo que prefiere no entender demasiado de grandes centros comerciales ni de la euforia vacacional que se palpita en las ciudades donde las ofertas no duermen ni descansan. Una versión del turismo en donde el tiempo camina más despacio y donde los paisajes se aprecian en su detenimiento y su buscada mansedumbre.

Esa versión turística hace pie en las colosales postales naturales y en la tranquilidad como un estado permanente, buscando alejar al visitante de las estructuras y las rutinas para inmiscuirlo en las aventuras de los días sin reloj.

Así se presenta Nono, una localidad ubicada entre Mina Clavero y Villa Dolores, que desde hace años se afianza en el turismo cordobés tanto por sus paisajes y sus ríos, como por consolidarse como exponente de la más rica y varia da oferta cultural.

Su intendente, Mariano Ceballos, informó que la primera quincena “arrancó muy pareja fogoneada por los fines de semanas de diciembre”. Durante los mismos, agregó, “el pueblo trabajó con un nivel de ocupación del 75 por ciento de su capacidad”. Respecto de enero, se mantuvo dicha ocupación, por lo que el balance que realiza el mandatario municipal es “muy positivo”.

Placa

La propuesta que tiene Nono para ofrecer, en palabras de su intendente, se estructura en torno a una hotelería de muy buen nivel, un circuito gastronómico que ha mejorado mucho en el último tiempo y una infraestructura a la altura de las demandas.

A la vez, Ceballos comenta que se trabaja intensamente en las alternativas culturales: “Ponemos mucho esfuerzo en las actividades de la plaza, donde se congrega mucho público con la feria de artesanos, los artistas que hacen espectáculos en una programación que va desde las 21 hasta las 02 de la mañana. Brindamos espectáculos para toda la familia”.

La plaza merece un párrafo aparte. Se consagró como el epicentro de la expresión cultural y el espíritu que da identidad al pueblo. Se congregan allí escultores y pintores, artesanos y una atractiva gama de espectáculos participativos en donde el turista no deja de ser el protagonista.

Así, caída la noche y pasado el día de sol y río, este espacio concentra la atracción de todos conjugando talento con arte, arte con cultura y cultura con diversidad.

Cada elemento se articula en una propuesta que se suma a la variada oferta turística cordobesa   con una identidad tan particular como propia: “Nosotros apuntamos a la familia, a un turismo no invasivo, tranquilo. Nono es un pueblo serrano que posibilita disfrutar de sus costumbres y sus comidas de una forma amena y tranquila”, remata Mariano Ceballos.

En ese sentido, y ante la pregunta de qué tiene para ofrecer Nono que no poseen otros destinos, el intendente profundiza:

“Nosotros preservamos las costumbres. Vos podés llegar y sentarte en los bares, comer unas pizas y dejar a tus hijos jugando en la plaza con la tranquilidad de que no les va a pasar nada. A su vez, a las dos de la mañana podés dormir tranquilamente. Todo eso te lleva a que sea un lugar distinto”.

En cuanto a la naturaleza, Nono posee la belleza de sus dos ríos. Uno de ellos de aguas tranquilas, con mucha playa y arena, que es el río Los Sauces. El otor, el río Chico, se caracteriza por aguas un poco más frías pero con ollas que permiten contar con partes más profundas. En consecuencia, en un radio de 15 kilómetros es posible contar con mucho descanso, la tranquilidad de las sierras y, también, el poder disfrutar de un nivel hotelero y de gastronomía de calidad.

La localidad tiene una capacidad de alojamiento de entre 3.200 y 3.400 camas, sin contar con la capacidad de los camping que sumarían 1.200 más. En relación al comportamiento del turista, el intendente explicó que, desde hace unos 5 años, “el turismo ha cambiado mucho ya que el turista viaja mucho, sobre todo en Córdoba que hay mucha oferta. Por eso, la visita promedio es de entre 3 y 5 días”.