Se realizó la entrega de certificados de finalización del «Curso de Formación de Facilitadores» que desde abril se dictó en el Complejo Esperanza. Allí, cada quince días, jóvenes en conflicto con la Ley Penal alojados en los distintos módulos y trabajadores de diversas áreas (docentes, tutores y guardias) se reunieron para aprender técnicas y herramientas en la resolución de problemas mediante el diálogo.
Es la primera experiencia en el país de un curso de estas características dirigido a jóvenes en contexto de encierro. La iniciativa de la Defensoría de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, a través de su Centro de Mediación, busca que los participantes puedan convertirse en facilitadores para proveer de espacios de contención y diálogo que puedan funcionar ante un conflicto entre pares.
La formación estuvo a cargo de Sonia Zilberberg, quien estuvo acompañada por especialistas de la Dirección de Métodos Alternativos de Resolución de Conflictos del Ministerio de Justicia. En el acto, Zilberberg destacó el compromiso de los chicos y el acompañamiento de los trabajadores y contó con orgullo que se trabajó en equipo para el mejoramiento del Salón de Usos Múltiples, espacio donde se reunían periódicamente.
«Entre todos lo fuimos transformando, se hicieron tareas de mantenimiento, de pintura y hasta creamos una biblioteca que se llama ´Libertad´”, comentó.
El curso se desarrolló en ocho módulos en donde se abordaron ejes como Comunicación, Mediación, Conflicto, Comunicación y Negociación, entre otros. Cada instancia incluyó una parte teórica y otra vivencial donde, a partir de un disparador, los asistentes pudieron reflexionar y desarrollar habilidades.
Jeremías, uno de los 17 jóvenes que participó de la iniciativa contó que «gracias a esto aprendimos a usar las palabras para no usar la violencia. Antes me agredían y reaccionaba físicamente». Cristián, otro de los chicos, dijo: «Aprendimos a dialogar y si hay un problema nos juntamos y cada uno plantea su postura y tratamos de solucionarlo».
Gabriel Martín, secretario de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social, que también participó de la entrega de los certificados, destacó que otro de los objetivos de esta formación es que cuando los jóvenes vuelvan a sus comunidades puedan aplicar esas herramientas en los conflictos cotidianos. “A través de la capacitación se materializa el principio de corresponsabilidad ya que en este espacio se les inculca que la construcción de una sociedad más pacífica es responsabilidad de todos sus integrantes”, agregó.
A su turno, el defensor Adjunto de los Derechos del Niño, Miguel Rittatore, resaltó la importancia de que los jóvenes sepan transmitir entre sus pares que existen alternativas para resolver los problemas y no a través de la violencia.
Además de los funcionarios, participaron del acto el secretario de Justicia, Jorge García, y la directora de Métodos Alternativos para la Resolución de Conflictos del Ministerio de Justicia, Débora Fortuna.