Agasajo a mamás en el Misericordia y en la Maternidad Provincial

El jueves y el lunes pasado se realizó un té para agasajar a las mamás en su día, en las Residencias de Madres de la Maternidad provincial y del Hospital Misericordia, respectivamente.

Disfrutando de una merienda, las mujeres pudieron intercambiar experiencias y conversar con las voluntarias de la Red de Doulas Córdoba. Se conversó de lactancia materna y cuidados del recién nacido, entre otros temas. También hubo sorteos, regalos y mucha música.

Además, se realizó un recorrido por la maternidad, para visitar a las mamás que no se podían trasladar hasta la residencia; junto con magos y mimos, para alegrar la tarde.

Voluntariado de Doulas

«Las doulas son acompañantes afectivos, mujeres que acompañan a otras mujeres durante el embarazo, trabajo de parto, parto y puerperio; brindan apoyo a la lactancia materna, acompañan emocionalmente a la reciente mamá. Su rol no se superpone ni reemplaza a los diferentes profesionales de la salud presentes en una institución, ni a los padres o familiares; no interviene en procedimientos clínicos, ya que no son parteras ni obstetras», explicó Natalia Villalón, responsable del Voluntariado; que funciona desde el mes de marzo.

Esta iniciativa surgió de un convenio entre el Ministerio de Salud y la Fundación Nascere, con el apoyo de Secretaría de Extensión de Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba. Consiste en ofrecer este servicio a las familias que asisten a los Hospitales Materno Provincial y Misericordia, en forma gratuita y opcional; preservando siempre la intimidad de los involucrados.

«El objetivo del voluntariado es brindarle a la comunidad un servicio dedicado a las familias, basado en el cuidado y el respeto en el momento del nacimiento», remarca Villalón.

Para participar del voluntariado, es necesario acreditar la formación con certificación oficial y realizar una entrevista personal. El voluntariado se cumple por un período de asistencia de dos años.

Las voluntarias realizan guardias de seis horas, una o dos veces por semana, en una franja horaria  de 8 a 20; en ambos hospitales. Si una mamá quiere ser acompañada por una doula, puede solicitarlo al equipo de salud. No obstante, las doulas recorren las salas conversando con las mujeres y ofreciendo su compañía. Desde el inicio del voluntariado, las doulas ya acompañaron a 200 mamás.

«Cada acompañamiento es una experiencia única y gratificante, que tiene en común el agradecimiento de las mamás. Hemos vivido hermosos momentos durante este tiempo, uno particularmente emotivo fue cuando una de las mujeres buscó a la voluntaria que la había acompañado en su parto la semana anterior, y le preguntó su nombre, porque quería bautizar así a su hija», contó la responsable del voluntariado.

«Las miradas profundas, los silencios que lo dicen todo, las manos entrelazadas que no se sueltan, los ‘no te vayas’, ‘gracias’, ‘me diste mucha paz’, son las retribuciones más ricas que las doulas reciben día a día y hacen que valga cada minuto dedicado a esta bella tarea», cerró Villalón.