Promueven en Córdoba la conservación del oso melero

Un conjunto de profesionales y especialistas de organismos públicos y privados conformaron un grupo para la conservación del oso melero, un mamífero pariente del oso hormiguero que está en riesgo de extinción.

El oso melero habita en sabanas, bosques y selvas, desde Venezuela hasta el norte y centro de Argentina, y recientemente fue descubierto en el norte de Córdoba. En nuestro país, ocupa las provincias de Misiones, Corrientes, Formosa, Chaco, Santa Fe, Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero.

El grupo de trabajo se constituyó durante la jornada para promover la protección de esta especie, que organizaron la Dirección de Recursos Naturales de la Secretaría de Ambiente de la provincia de Córdoba y el Jardín Zoológico de Córdoba, semanas atrás.

En el encuentro, del que también participaron miembros de organismos provinciales y de la nación, investigadores y especialistas (CONICET Córdoba, Universidad Nacional de Córdoba), guardaparques, lugareños, y personal de zoológicos y ONG, se acordó trabajar en la creación de lineamientos para la investigación, conservación y educación sobre la temática.

Estas actividades estarán a cargo del grupo que coordinan los biólogos Evangelina Martí, de la Secretaría de Ambiente, dependiente del Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos, y Daniel Villarreal, director técnico del Jardín Zoológico de Córdoba. Entre las actividades que desarrollará el colectivo de trabajo se cuentan acciones de conservación en terreno (in situ) y la elaboración de un protocolo de actuación para zoológicos que reciban ejemplares rescatados de las redes de tráfico de fauna o encontrados heridos.

El oso melero está emparentado con el oso hormiguero (Mirmecophaga trydactila) porque carece de dientes, tiene un hocico largo y tubular, con una lengua muy extensible y pegajosa en forma de estilete que introduce en hormigueros, termiteros y panales luego de destruirlos con sus garras. La coloración general del pelaje es amarillo-anaranjada, con un chaleco negro que se extiende a los hombros.

Llega a pesar unos 10 kilogramos, es una especie tímida y solitaria, generalmente no ataca ni es peligrosa para el hombre. Sólo en caso de sentirse amenazado se defiende con sus poderosas garras. De hábitos arborícolas, es un excelente trepador y se desplaza con facilidad en los árboles, ayudado por la cola cilíndrica y prensil y puede estar activo tanto de día como de noche. Las hembras paren una sola cría, tras casi cinco meses de gestación.

Actualmente es una especie vulnerable a la extinción en Argentina, dada la modificación que sufre su hábitat y la muerte, la mayoría de las veces, dada por ataque de perros. En Córdoba hace no más de 20 años que se detecto su presencia la que está restringida a los bosques chaqueños y serranos del centro norte provincial.