Con la participación de médicos, enfermeras, trabajadores sociales y psicólogos de la ciudad Capital y el interior provincial, se llevan a cabo en Córdoba las Jornadas de Capacitación de Formadores para la Prevención y Control de Enfermedades Crónicas No Transmisibles.
Las jornadas, que comenzaron hoy y finalizan mañana martes, tienen entre sus objetivos concientizar a estos efectores, muchos de los cuales se desempeñan en centros de atención primaria de Córdoba, en la urgencia de prevenir y atender estas patologías. La jornada inicial contó con las presencias del ministro de Salud de Córdoba, Carlos Simon y del director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles de la cartera sanitaria nacional, Sebastián Laspiur.
Importancia de las ECNT
“Estamos concientizando en la importancia de las enfermedades no transmisibles, que causan el 60 por ciento de las muertes en Argentina”, explica la secretaria de Prevención y Promoción de la Salud de la Provincia, Mónica Ingelmo. Ingelmo participó de la apertura con una ponencia y al término respondió algunas preguntas.
—¿Cuál es hoy la situación de las ECNT en el país?
Son patologías que van en crecimiento. Ya no tenemos que llegar a ancianos para ser hipertensos y diabéticos. Debido al estilo de vida actual, cada vez son más las personas que presentan este tipo de enfermedades. Esto forzó a una toma de conciencia y una serie de acciones desde el Estado.
—Frente a esta realidad, ¿cuál es la estrategia planteada desde el ministerio?
Queremos trabajar con las personas sanas en la búsqueda activa de factores de riesgo. Estamos avanzando, para la segunda mitad del año, en una encuesta en “riesgo cardiovascular global” en una población determinada, seleccionada. De este modo se tendrán los números precisos de Córdoba, qué es lo que está pasando con las ECNT en nuestra población.
—Se observa, de todos modos, una disminución en la edad de los pacientes.
Es esperable que los mayores de 65 años presenten hipertensión o diabetes. El tema es que lo estamos viendo en personas más jóvenes, lo cual ya nos está hablando de un problema de salud pública serio. Se están viendo cada vez personas más jovenes con infartos, accidentes cerebro vasculares o diabetes.
Fíjese que se ha encontrado incluso un alarmante aumento en casos de niños con sobrepeso y obesidad. Tenemos que trabajar desde ahí hacia arriba, desde los niños a los adultos. El niño que tiene sobrepeso y obesidad no va a dejar de tenerlo nunca si no actuamos con celeridad.
—¿Qué es lo que puede hacerse en el trabajo con los más chicos desde las políticas públicas?
Estimular la actividad física y la comida sana, como es el caso de las iniciativas de “kioskos saludables” en las escuelas. Propiciar una alimentación sana en detrimento del consumo de productos con alto contenido de sodio y grasas trans.